La ORCAM estrena ‘Viñetas sinfónicas’ de Juan J. Colomer

La Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM) continúa con los conciertos de abono de la temporada 2008-2009. En el concierto del 24 de febrero interpretará, en estreno absoluto, la obra “Viñetas sinfónicas” de Juan J. Colomer. Intervendrá como solista Luis González (trompeta). La orquesta estará dirigida por Lorenzo Ramos.

Juan .J. Colomer es uno de los compositores españoles contemporáneos más dinámicos. Nacido en Alzira (Valencia) reside actualmente en Los Ángeles donde trabaja en la composición de obras sinfónicas y de bandas sonoras para el cine y en arreglos musicales. A los ocho años comenzó su formación musical en su localidad natal. En 1990 se trasladó a Estados Unidos para estudiar Música para Películas en el Berklee College of Music de Boston. Ha realizado trabajos de orquestación para conciertos de Plácido Domingo y de los Tres Tenores. Su lista de composiciones para orquesta e instrumentos solistas, como Trompa, trompeta o piano es ya muy abultada.

Viñetas sinfónicas

De una duración aproximada de unos veintiún minutos, Viñetas sinfónicas, esbozada en 2004 y concluida en 2008, se distribuye en los tradicionales tres movimientos, marcados respectivamente Moderato, Andante moderato y Molto Allegro, incluyendo el primero de ellos, y más extenso de todos, una cadencia en su sección central.

Para Luis González, el trompetista a quien está dedicada la obra que hoy se estrena -y que en diciembre de 2007 diera a conocer en la catedral de Barcelona otra composición de Colomer a él dedicada, Obertura y Chacona para trompeta y órgano- Viñetas sinfónicas es muy exigente técnicamente, al abarcar un amplísimo registro de la tesitura de la trompeta, con empleo de notas pedales y otras muy agudas. “La obra se inicia con la trompeta piccolo imitando el estilo barroco, pero poco a poco la armonía va modulando hacia un lenguaje más moderno. Después de esta pequeña intervención de la piccolo, pasa a tocarse con trompeta en Do. Aquí es donde el instrumento alcanza el máximo de su registro, destacando el empleo de glissandos con las bombas y sordinas diferentes para buscar distintos colores. También se utilizan diversos acentos rítmicos en diálogo con la orquesta”.

La intención original de Colomer al componer Viñetas sinfónicas fue escribir un concierto “de esos que no se olvidan con facilidad”. Como anota su autor, “hasta la fecha mi memoria se resiste a recordar más que fragmentos sueltos. También me motivó la idea de componérselo a un amigo, pero esto no es manera de tratar una amistad. Decidí que estructuralmente una forma tradicional sería lo adecuado y, para celebrarlo, creé dos comienzos consecutivos de estilos completamente diferentes. Y usé ambos. Pensé que el hecho de haber sido trompetista durante muchos años me ayudaría a captar la esencia del instrumento y aprovechar sus posibilidades. En lugar de eso comprendí por qué había abandonado el instrumento. Quise que fuera original y me salió difícil. Muy difícil. No quise hacer un collage de estilos, y acabé titulándolo Viñetas y no por una supuesta yuxtaposición caprichosa de elementos, sino porque me gustaba cómo sonaba en francés. Curiosamente nunca traduje el título. No quise hacer una obra aleatoria, para lo cuál me esforcé en definir y controlar todos los detalles de manera que nada dependiera del azar. Por suerte creo que hay momentos bastante logrados. Por desgracia dichos momentos surgieron por accidente”.

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