Susanne Linke, figura esencial y referencia de culto en el mundo de la danza, ofrecerá en el Teatro de la Laboral el próximo sábado 7 de noviembre su espectáculo Schritte verfolgen II, una reformulación de un trabajo creado en 1985, con el que la discípula de Mary Wigman ofrece una reflexión sbre el paso del tiempo. La coreógrafa alemana ha reformulado una pieza que creó en 1985, Schritte verfolgen que ella misma interpreta acompañada por otros tres bailarines, con quienes ofrece, desde una perspectiva diferente, esta reflexión sobre la juventud, la vitalidad del cuerpo, el anhelo de la belleza, y la consciencia de la realidad, la danza y el movimiento roto, del proceso de envejecimiento como una experiencia de cambios físicos, como un acto liberador de madurez.
Sin duda Susanne Linke es un caso singular entre las coreógrafas más importantes que han surgido del tantztheater alemán. Igual que Pina Bausch o Reinhild Hoffman estudió en el instituto superior Folkwang en Essen. Su sello estético proviene de los años pasados en el estudio berlinés de Mary Wigman donde, por otra parte, conoció a Dore Hoyer: su gran modelo. Eso la fue acercando a la danza expresiva de los años 20, haciéndola madurar hasta convertirse en la solista más grande que haya generado la escena de danza alemana desde los años 20. Tiene un dominio perfecto del arte coreográfico del tanztheater, el collage y el montaje de detalles dispares hasta formar un todo convincente.
Su danza sigue siendo, a despecho del tiempo y del envejecimiento, una demostración del gran arte: en cierto modo un triunfo de la voluntad por sobre lo perecedero.
