¿Nada más?
Obra: “Dos menos” Autor: Samuel Benchetrit. Intérpretes: Héctor Alterio, José Sacristán, Ángela Villar y Nicolás Vega. Escenografía: Emilio Valenzuela sobre idea original de Alberto Negrín. Iluminación: José Manuel Guerra. Vestuario: Sofía di Nunzio. Dirección: Oscar Martínez. Teatro Principal de Zaragoza. 19 de noviembre de 2009
En “Dos menos”, el espectáculo que se presentó el pasado jueves en el Teatro Principal de Zaragoza, hay una cosa (tómenlo en el sentido literal, sólo una cosa) que es digna de elogio: el esfuerzo de los cabeza de cartel (Héctor Alterio y José Sacristán) por salvar una propuesta que hace aguas por todos los lados. Texto, dirección, puesta en escena, escenografía… elementos todos que deberían ponerse al servicio del actor, juegan, en este caso, claramente en contra, hasta el punto, que no he conseguido encontrar la conexión entre el prestigio de la pareja protagonista y la debilidad del espectáculo.
El texto del escritor francés Samuel Benchetrit (¿no hay autores dramáticos contemporáneos en Francia?) se queda muy, muy corto en la pretensión de conjugar humor y emotividad. Lejos de lograrlo, no consigue, en ningún momento, ir más allá de una simple obra insustancial, de una frágil comedia que nos cuenta cómo dos ancianos en estado terminal, deciden fugarse del hospital para iniciar una especie de viaje iniciático hacia ninguna parte.
La puesta en escena resulta plana, estática hasta la exasperación, discreta en ideas, previsible y errática en el diseño de movimientos. Hay una clara falta de dirección, o al menos ésta no ha sabido aprovechar el talento interpretativo del que disponía, ni conducirlo hacia la construcción de emociones, de situaciones llenas de intensidad y de belleza que nos acerquen al drama que viven los personajes. Lo que se nos ofrece desde la escena, se queda en fútil anécdota que apenas si dibuja un boceto de complicidad con el espectador. Es bien poco lo que la escenografía aporta para una lectura positiva de la representación. Hay que reconocerle cierta funcionalidad, pero más allá de eso casi nada que ofrecer. Resulta fría, forzada artificiosa y poco atractiva. El teatro, no lo olvidemos, es también una cuestión de estética y belleza.
El trabajo actoral es el elemento fundamental de un espectáculo teatral, pero no siempre es lo suficientemente determinante como para salvar una propuesta escénica. En este terreno “Dos menos” se queda en un correcto trabajo de José Sacristán y Héctor Alterio (tienen suficiente oficio para ello) y en un discreto intento por parte de Ángela Villar y Nicolás Vega. A pesar de todo, hubo risas y aplausos de un público, tal vez, en exceso complaciente.
Joaquín Melguizo.
Publicado en Heraldo de Aragón, Sábado 21 de noviembre de 2009
