Críticas de espectáculos

Retablo de Navidad / Los Titiriteros de Binéfar

Un hermoso retablo

Ya se ha convertido en algo tradicional de estos días festivos, la presencia de Los Titiriteros de Binéfar en los escenarios zaragozanos. Habitualmente se instalan en el Teatro del Mercado con sus moñacos y sus bártulos, pero este año, debido a que permanece cerrado por reformas, se han trasladado al salón de actos del Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter, del barrio de San José. Allí han desplegado, un año más su “Retablo de Navidad”. Pastores y ovejas, Herodes y los soldados, diablillos, un perro, la Virgen y San José, una posadera egoísta, los Magos de Oriente, la estrella y por supuesto, el niño Jesús. Con estos personajes nos cuentan la historia del nacimiento de Jesús en el portal de Belén, esa historia que a todos los que hemos crecido en el seno de la cultura cristiana, nos han contado alguna vez.

Pero aunque es la historia de siempre, no piensen que está contada como siempre. Ni mucho menos. Lo está, a la manera de Los Titiriteros, con esos mimbres que ellos manejan tan bien: el encanto, la magia, la ilusión, la sonrisa, el buen oficio y el corazón. Un enorme corazón. Una historia, decía, sobradamente conocida, pero también, en parte olvidada y perdida. Las luces, los regalos, el gasto desmesurado… nos hacen perder de vista que eso que tantas veces ha sido contado, no es otra cosa que una sencilla historia de gente humilde, de pastores y artesanos. Es esta visión la que vertebra el espectáculo de los de Binéfar.

Como elemento escenográfico fundamental aparece un sencillo retablo de madera que, abriendo o cerrando las puertas de sus diferentes pisos, nos va trasladando de escenario en escenario: el campo donde pastan las ovejas, una posada, el palacio del rey Herodes, el infierno de los diablillos, el portal de Belén… Ese juego de puertas que se abren y se cierran, de muñecos que salen y que entran, da un magnífico ritmo y dinamismo a la puesta en escena que funde, como si de una misma materia se tratase, a muñecos y actores con completa naturalidad, y un inteligente manejo del trabajo escénico. Y por supuesto la música (instrumental o cantada) interpretada en directo.

Una de las ventajas que tiene presenciar teatro al que acude público infantil, es que la sala casi nunca está en completo silencio. Los niños y las niñas muestran sus reacciones de forma inmediata y espontánea, y los padres y las madres acaban por contagiarse de esa espontaneidad. “¡Qué bonito!” es lo que más suele repetirse entre los comentarios que se dejan oír. Y sí, “Retablo de Navidad” es un espectáculo muy bonito, con momentos realmente hermosos que envuelven al público y logran hacer surgir eso tan especial que sólo puede contemplarse en una sala de teatro: la magia. Disfrútenla.

Obra: Retablo de Navidad. Compañía: Los Titiriteros de Binéfar. Titiriteros/Actores: Paco Paricio y Eva Paricio. Músico: Alberto Gambino. Muñecos: M. Cardil, E. Boriosenok, N. Lozovsky, J. Domingo, P. Amorós y P. Martín. Vestuario: Pilar Amorós. Dramaturgia y dirección: Paco Paricio. C.C. Teodoro Sánchez Punter (Zaragoza) Del 23 al 31 de diembre.

Joaquín Melguizo


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