Críticas de espectáculos

“A manos llenas”/La Fanfarra Teatro de Marionetas

Una caja de sueños

 

Obra: “A manos llenas” Compañía: La Fanfarra Teatro de Marionetas. Muñecos: Mariona Masgrau. Vestuario: Carmen González. Música: Octavi Rumbau. Creación, interpretación y dirección: Toni Rumbao. Lugar y fecha: Teatro Arbolé (Zaragoza) VIII Festival Internacional de Teatro para Niños y Niñas. 28 de diciembre de 2009.

 

Los títeres de cachiporra (el teatro de muñecos en general) considerados hasta no hace mucho (tiempos demasiado cercanos y aún no dejados definitivamente atrás) una especie de subgénero menor dentro de las artes escénicas, hunden sus raíces en una centenaria tradición de teatro popular. El titiritero se enguantaba sus muñecos y éstos aparecían en el teatrino para deleitar a las clases populares con su incorrección y su crítica social y política, con esa violencia grotesca y elemental (los cachiporrazos) que arrancaba las risas del público, y con ese canto al ingenio como vehículo para resolver los problemas a los que debían enfrentarse los personajes.

En la línea de la mejor tradición titiritera, Toni Rumbau ha creado “A manos llenas”, el espectáculo que tuvimos ocasión de ver el pasado día veintiocho, dentro del VIII Festival Internacional de Teatro para Niños y Niñas que organiza Teatro Arbolé. En él están presentes algunos de los elementos más característicos del género (participación y diálogo con el público, personajes que se persiguen, que se esconden, que se golpean con el bastón o cualquier otro objeto contundente) y varios de sus personajes tradicionales (Polichinela, el diablo, el policía…).

Pero Rumbau no se limita a recoger con maestría esa estimable tradición, además, convierte el teatrino en la caja de los sueños, añadiéndole la magia de la luz y de las sombras. El pequeño retablo se hace traslúcido para mostrarnos, a través del lenguaje de las sombras, como las manos del titiritero hacen surgir los diferentes personajes que veremos transformándose en muñecos, para terminar, con el final del espectáculo, convertidos nuevamente en las sombras que fueron. “A manos llenas” nos muestra con brillantez las tres caras del títere, a saber, la plasticidad del muñeco, su rol dentro de la acción dramática y la manipulación del titiritero que lo dota de vida (voz y movimiento).

La propuesta de La Fanfarra tiene un gran atractivo visual que se multiplica al combinar las técnicas de títeres y de sombras, su puesta en escena maneja perfectamente el ritmo, utilizando con inteligencia las sombras como elemento de encadenamiento entre las diferentes escenas, jerarquiza bien los elementos, hay una impecable manipulación y una intensa conexión con el público.

Joaquín Melguizo

Publicado en Heraldo de Aragón, Miércoles 30 de diciembre de 2009


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