Tenemos un teatro que increíblemente y tal como reza el título del libro de nuestro primer novelista Ciro Alegria, camina con «Mucha suerte con harto palo»…
Tenemos variadas celebraciones masivas de teatro que involucran a un público mayoritario y no solo en Lima sino en todo el Perú.
Tenemos: El FITECA, Festival anual «donde los cerros murmuran colores» que se lleva a cabo en Comas, teatro para espacios abiertos y en donde los vecinos dan sus casas para alojar a los que vienen de dentro y fuera del país; los Encuentros Nacionales de Teatro Universitario, este año se ha realizado el XIV, en Huaraz; el FESTTA (Festival Escolar de Teatro Tupac Amaru) este año llegó a la XVI celebración y es de asombrar a propios y extraños lo buenos que son los elencos de estos jóvenes de educación secundaria, ejemplo para todos aquellos que creen que «en los colegios no hay teatro», esfuerzo de maestros y alumnos también con una gran participación de público, En Villa El Salvador el responsable de organizar la XXIII Muestra Nacional de Teatro Peruano, con la presencia de grupos de diversos departamentos del Perú fue el grupo Arena y Esteras. Otro acontecimiento anual es el Festival de Aficionados creado por Luis Kanashiro. Entre las nuevas salas alternativas: El Galpón en donde se gestan intervenciones como «Humorada Afónica» creada en junio 2009,y que promete. Hay más muchos más festivales, unos más pequeños que otros pero todos dentro de esa impronta que tiene el teatro vocacional que va creando público, actores, directores, en fin teatro para todos.
En Cusco, se realizó el Festival Internacional de Teatro 2009, atención que se perfila importante, uno de sus mentores es nuestro excelente actor Luis Ramírez.
Circunscribiéndonos a Lima, tenemos las seis grandes salas que ofrecen muy buenas producciones apoyadas específicamente por inversionistas que apuestan por la cultura y toman el papel que desconocen quienes «oficialmente» deberían estar enterados de que existe un teatro peruano. En este aspecto es curioso y aleccionador el papel que ha tomado Iberescena, obligando de manera anecdótica a que los entes gubernamentales aporten un mínimo que seguramente sentirán como un «máximo», para apoyar la actividad teatral en todos sus rubros: autoría, producción, proyectos en general que permiten un apoyo en dinero directamente. El país, que no cumpliese, ya no quedaría mal con los teatrantes, sino que se haría público y notorio a nivel internacional. Excelente jugada de carambola que todo indica está funcionando.
Se extraña que surja una crítica realmente crítica, en los medios; pero esto cada vez más se está convirtiendo en una utopía dentro del teatro en general, y si bien ya los críticos no deciden ante el público, en el medio actoral se siente la falta de una opinión autorizada, y a quién se pueda conferir ese status.
No encontramos útil ni oportuno hacer los consabidos recuentos de quién es mejor que quién o qué puesta fue LA PUESTA.
Cada uno ha trabajado lo mejor que ha podido, y sí se han logrado cosas en nuestro teatro en este 2009 que enfrenta con empuje al año por vivir.
¡Ah, y quien quiera hablar de crisis, que nos visite y se sumerja en el cómo, cuándo, cuánto y con qué hacemos teatro por acá, el mágico lugar donde la crisis es el estado permanente, y no nos achicamos!
Sara Joffre
