Se revela el fuego
Strážov, 26 de febrero de 2010
Estos días no he dedicado todo el tiempo que me hubiera gustado a Origami porque andaba inmerso en acabar mi última obra para teatro titulada El cielo en la boca. El cielo de la boca, o nebe v puse en checo, es también un dulce que probé por primera vez aquí, en Strážov, a unos ciento cincuenta kilómetros de la capital. Junto con Třeboň, Strážov es, dentro de mi escaso conocimiento del país, de mis ciudades favoritas en la Bohemia meridional. La primera noche que dormí en Strážov tuve un sueño, que volaba a New York. Al día siguiente, mis anfitriones me dijeron que los sueños que se tienen la primera noche en un lugar nuevo se cumplen. Y el tener una juguetería en los bajos, añadieron, como la que se emplazaba justo debajo de mi dormitorio, alimenta enormemente los sueños. Tales presunciones sobre la realidad no tardaría en trasladarlas a la ficción de El cielo en la boca. Regresar a Strážov para poner el broche al texto, punto de partida y meta. Concluido, ahora sí. Por otra parte, la puesta en escena de Origami sigue su marcha aunque no piense en ella las veinticuatro horas del día gracias a un equipo en el que confío plenamente. Reconozco que el montaje de Origami es arriesgado pero con el respaldo de Divadlo Ungelt es como quemar la casa sabiendo que te salvarás en el último momento. Por cierto, esta imagen no es fortuita. Ayer descubrí que Origami también parte de un sueño y no de una posición de postración tal como siempre había creído; creído y difundido hasta el punto de olvidarme de su origen real. La revelación aguardaba en el interior de uno de mis antiguos cuadernos. La noche que nació Origami, soñé con llamas y yo dentro. Dentro pero indemne, mecido por ese arrobo tan característico que nos paraliza en determinados sueños. Sensación que, más de cinco años después, cobra un nuevo significado en la realidad.
Strážov, 27 de febrero de 2010
Parada en Karlov, Pueblo de Carlos, literalmente. Un pueblo desalojado a la fuerza por el ejército ruso a mediados del siglo pasado por su proximidad con Alemania. La mayoría de las casas siguen vacías, ahora en venta. Visita a las famosas bažiny de Šumava. En un valle tan abierto que no puede abarcarse con la mirada, las puntas de los escasos abetos se retuercen en el cielo; bajo el metro de nieve que cubre sus troncos, no existe tierra sino arenas movedizas. Por la noche dicen que aparecen las bludičky, las hermanas pequeñas de los fuegos fatuos de los cementerios, que anuncian dónde se ahogaron aquellos que fracasaron en su huida hacia Bavaria.
Strážov, 28 de febrero de 2010
Noticias desesperanzadoras desde España. Todo apunta a que los artistas de la música que quieran ganarse la vida con su trabajo deberán regresar a los escenarios. Por sus peculiaridades, el teatro nunca se ha podido alejar tanto de la escena como ha conseguido la música; si acaso, cargando con el escenario a hombros. En mi opinión, se trata de una vuelta a los orígenes, necesaria por otra parte para tomar una nueva dirección. Quizás las gestoras de derechos lleven más de un siglo sobre la faz de la Tierra pero ¿cuánto tiempo lleva la música, el teatro y las demás artes? Aunque algunos se resistan, nadie podrá acabar con el vaivén de las olas en la arena.
Lecturas de Declan Donnellan y Dérives Théâtre. La colección francesa me introduce por primera vez en la escritura de Emilio Carballido, autor mexicano desaparecido recientemente a la edad de 82 años. Su ¿Quien anda ahí? es una comedia ácida de las que se ven mientras se leen y eso, gustos aparte, habla muy bien de cualquier texto.
Noticia a última hora, el fallecimiento de Anna Fárová. Anna Fárová, historiadora, escritora y humanista checoslovaca, dio a conocer al mundo numerosos fotógrafos checos, entre ellos Josef Sudek o Josef Koudelka, y que también trajo al país las primeras exposiciones de artistas tan reconocidos como Henri Cartier Bresson o Eliot Erwitt. Al firmar la Carta 77, perdió su trabajo en el Museo del Museo de Artes Decorativas de Praga y empezó a trabajar como traductora. Tuve el honor de conocerla en una visita a la Galerie Ubu, en Slavonice. Anna Fárová estuvo mucho tiempo casada con Libor Fára, artista que en 1964 se encargaría del concepto escenográfico de Ubú rey para Divadlo na Zábradlí, una de sus creaciones más renombradas. En su autobiografía publicada a finales de 2009, Anna Fárová relata su encuentro con Max Ernst en París y cómo éste, más interesado en ella como mujer que como investigadora, le propuso acompañarle en un viaje a México. Ella respondió que no, respuesta de la cual, a la hora de enfrentarse a la escritura de sus memorias, se arrepiente. Existen tantos momentos en que la vida se gira, casi quiebra. Hace dos semanas Milan Kňažko nos relataba los propios. Anna Fárová también contaba con sus esprits d’ecalier particulares.
Praga, 1 de marzo de 2010
¿Dónde se concentra el futuro de lo escritura? En el no tengo nada que perder.
Praga, 3 de marzo de 2010
Reunión con Alena Schäferová en Divadlo Ungelt. La bata del personaje de Klaudie concentra la mayor parte del tiempo dedicado al vestuario. Los figurines se suceden ante las mirada atenta de todos.
Praga, 4 de marzo de 2010
El director acude a la penumbra e interroga al autor. Desde su rincón, el niño asombrado que es el autor no asiente o niega, sólo, a veces, sonríe. El director le dice al niño que Dora nunca quemó su pañuelo manchado de sangre aunque ella sostenga que sí: Dora aún lo conserva y, para más inri, lo lleva siempre consigo, en el bolso. El niño sonríe. Tengo que hablar inmediatamente con Alena.