Decir lluvia y que llueva/Kabia
Belleza mineral
Obra: Decir lluvia y que llueva – Dramaturgia: Borja Ruiz a partir de textos de Joseba Sarrionaindia – Intérpretes: Iosu Florentino, Joseba Uribarri, Yolanda Bustillo, María Goiricelaya, Sara González, Juan Lor, Ane Pikaza, Oskar García, Karol Benito – Escenografía: Alicia de Miguel – Vestuario: Azegiñe Urigoitia – Iluminación: Javier García – Dirección musical: Xabier E. Adrien – Dirección: Borja Ruiz – Producción: Kabia – Lugar y fecha: Teatro Barakaldo – 15-01-10
El imaginario de Joseba Sarrionaindia plasmado en poemas visuales, colocados en un patio de vecindad. Ventanas, bancos, personajes grises, de colores, el narrador, su sombra. La inocencia, la imaginación, las voces del vecindario trascendidas en un coro operístico, en una banda sonora onírica, que convierten ese recuerdo, esa memoria en un lugar casi mágico, donde se producen los prodigios, en los que la vida sucede más allá de lo normal. Una sublimación de una infancia cargada de simbologías, donde habitan las imágenes más inverosímiles.
Excelente trabajo de dramaturgia. Su expresión estética logra mantener una excitación constante debido a la profusión de estampas, de cuadros, de escenas condensadas, con predominio del espectáculo circense, mágico, con cantos que transportan, movimientos seriados, medidos, coreografías en espiral que se transforman con baños cromáticos, con efectos, en una sucesión de estimulaciones sensitivas, formales, en los que el texto queda atrapado. O es directamente un subtexto.
Grandioso espectáculo, de una belleza mineral, preñado de hallazgos escénicos, presidido por una dominación cerebral, matemática, como una ecuación perfectamente resuelta, pero a la que le pediríamos algo más de entraña, de vida, de error, de casualidad, de emoción. La belleza y su perfección agradan, apabullan, nos colocan ante la admiración, el aplauso, la satisfacción. Hemos sentido su vértigo. Y nos sigue faltando un poco más de pasión. Acaba de nacer un gran director omnisciente. Este espectáculo lo certifica.
Carlos GIL