Críticas de espectáculos

“Placer adulto / Dale Teatro

Suma de partes

 

Obra: Placer adulto Sobre textos de Fernando Martín Iniesta y Rafael Mendizábal. Compañía: Dale Teatro. Intérpretes: Esther Pérez Cano y Alicia Juárez Sallén. Iluminación: Fernando Martínez de Vega. Escenografía, dramaturgia y dirección: Dale Teatro. Teatro Arbolé (Zaragoza) II Ciclo de Teatro Emergente. 25 de marzo de 2010.

Continúa en el Teatro Arbolé el II Ciclo de Teatro Emergente, iniciativa que apuesta por las nuevas compañías brindándoles la oportunidad de mostrar su trabajo ante el público. En esta ocasión fue la joven compañía zaragozana Dale Teatro la encargada de subir al escenario para presentarnos, con carácter de estreno, “Placer adulto”, un espectáculo que combina diferentes técnicas (teatro negro, globoflexia, títeres, trabajo actoral) para abordar, desde una clave de comedia, el problema de la violencia de género.

Entiendo que el teatro debe estar profundamente comprometido con los problemas de su tiempo, recoger el latido de su sociedad y su momento histórico. La violencia machista es una de las más sangrantes aberraciones a las que nuestra sociedad debe ser capaz de dar respuesta. Aplaudamos, por tanto, su acierto al escoger ese tema. Lo abordan desde la comedia, instrumento de denuncia social y vehículo que nos distancia de los hechos permitiéndonos tener una actitud crítica. El teatro también es renovación y evolución.

Y aquí “Placer adulto” entra en clara contradicción. Sus formas buscan algo novedoso, una manera distinta de contar, pero toman como base textos que aportan una visión bastante manida (y masculina en muchos momentos) del problema de la violencia machista. Así, se nos priva de un discurso verdaderamente nuevo y diferente, sobre esta importante cuestión. Hay momentos divertidos, otros están realmente bien logrados (el sueño de la mujer, los globos con luz negra, la escena del marido fumando…) pero los hay también, que resultan demasiado tópicos.

La obra empieza a caminar sin demasiado ritmo, el uso de determinadas técnicas resulta un poco forzado, pero mejora considerablemente en su segunda mitad. El final está muy bien resuelto, pero creo que falla en el trabajo dramatúrgico. Un espectáculo no es un conjunto de partes sino un todo único, sólido y coherente. Y aquí, la propuesta de Dale Teatro presenta algunos problemas. Le falta desarrollar más, hilar más fino, para construir un todo y no una suma de partes. Y pueden hacerlo, porque la segunda mitad del espectáculo es una clara muestra de ello. Apunta buenas maneras y mejores intenciones, pero le falta cohesión entre las partes que lo integran.

Joaquín Melguizo.
Publicado de manera extractada en Heraldo de Aragón 27-3-2010


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