Críticas de espectáculos

Adentro la casa afuera/Grupo Colectivo Inédita

Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá

Obra: Adentro la casa afuera – Dramaturgia y Dirección: Javier Gutiérrez R. – Producción: Grupo Colectivo Inèdita- Colombia

He leído un espectáculo con mirada, expresión, comunicación, características de personajes firmes, coherentes, cada personaje dentro de su mundo ilusorio, vivenciado desde la intensidad, dentro de su óptica delante de las escenas circunstaciales de la vida de muchas familias, o casi todas familias del mundo, que han vivido algo o situaciones parecidas en algún momento. Las denuncias sutiles a su punto, sin más ni menos, a su punto, en la medida exacta para el atento público. Entiendo que hablais de vuestra realidad.

El espectáculo cuenta con varios protagonistas de peso, nadie pierde en nada. Son ellos: los símbolos en la calidad y la disciplina en la colocación de los elementos simbólicos, en sus momentos oportunos, entiendo como símbolos: imágenes, gestos, colores, ritmos escénicos de la forma como son utilizados, materiales, la intensidad y la modulación, oportunos – la mùsica, a su punto entra cuando la necesitamos. Ella tiene necesidad de existir tal cual está, bien elegida, sin más ni menos. Al punto y los personajes: el acto de entrega del actor en su función de mensajero, se presta con tal fuerza y sutileza, al mismo tiempo, que junto al escaparate, hasta al punto que, al final de la obra, nos confunde si está allí el actor o el mismo personaje sin saber que hacer. La utilizaciòn de las voces en off las encuadraría en actulizaciones simbólicamente perfectas, el personaje en la realidad, se mantiene en su línea desde la pantalla y desde el escenario.

No se puede olvidar la originalidad que el director utiliza para la entrada del público al teatro, entramos por un armario, eso. “Salimos del armario”, para comprometernos por unas horas, de los dilemas dramáticos de esa família que se deteriora, desde el florecer de la vida. Estamos comprometidos desde el principio de la función, he obersvado la posición del público en la silla, y no están totalmente relajados, están atentos a tope.

La caja de la muerte, somos así, enclausurados en cajas, Javier, xapô.

La idea de la segunda parte en que se cae el telòn que dice ”felicidades”, vivimos momentos extremadamente patéticos, irónicos llenos de un humor ácido. (Un poco demasiado largo, para el ritmo que lleva el espectáculo). Otro momento que me gustaría recordar, es la entrada de los mariachis, creo que tenéis recursos más ricos para utilizarlos, dentro de la escena, podrían estar en la carretera desde la distancia, o en la radio, (perdona la intrometerme con sugerencia). Sois todos magnìficos, ¿qué deciros? He visto y conocido a Tadeus Kantor, Kasuo Ono, Antunes Filho (Macunaìma), Pina Bauch, Peter Brook, Els Comediants, me recordais momentos de algunos de ellos, principalmente los Comediants de Barcelona en sus mejores tiempos. Bueno, sois vosotros, sigais adelante, os imaginé en un caserío viejo que conozco, con las paredes de piedras grandes, que pertenició a una familia rica y que estando en una gran avenida ahí está para ser recuperado, esperando vosotros. Es una casa, una historia. Las fiestas, los cumpleaños, las muertes, las traiciones, las ambiciones, el poder de tener y la dificultad de vivir en libertad.

Teneis el personaje utópico para el mundo de hoy, un personaje que intenta con todos sus fuerzas mantener sus raíces, que cree en la justicia. Ya ni siquiera proteger y mantener su casa, el código que leo es más fuerte, amigo personaje, lo que quieres, es mantener tus raíces de hombre, tu historia, buscar salvar nuestra memoria histórica, que falta nos hace, estamos sin referencias, nosotros seres humanos. Tienes tu riqueza interior, se encuentra solo, ridicularizado, un pez fuera del agua, sin poder nadar, casi sin aliento, y ahora qué hacer? Eso se lee en su cara dentro del escaparate. Vivir sin derecho a libertad…

Salimos sin saber si aplaudir o no, si estáis los actores o los personajes, una pizca de timidez y vergüenza, salimos pensado…y ahora qué hacer?

A vosotros no hace falta retornar para recibir el aplauso, seguir personajes, sin ego, sois mensajeros de la vida, trabajadores. quedaros en el escaparate hasta que salga el ùltimo del público, “a ver que pasa”.

Quién sabe despertamos.

 

Izabel Ortega

Investigadora de teatro Hispano – brasileña

 

 

 

 

 

 

 


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