El fotógrafo barcelonés Josep Ros Ribas ha sido galardonado con el Premio Max 2010 de la Crítica. Sus instantáneas han sido y son la memoria visual de la escena española, con las que ha atrapado la fugacidad de un instante, una mirada o una acción para el recuerdo. Fundador del prestigioso Teatre Lliure barcelonés en 1976, Ribas es considerado imprescindible por muchos de los directores con los que ha trabajado, entre los que destacan Georges Lavaudant, Tomaz Pandur, Àlex Rigola, Calixto Bieito, Gerardo Vera, Mario Gas, José Luis Gómez, Lluís Pasqual, o Patrice Chérau. A pesar de ese papel que podría suponerse secundario, de estar siempre escondido detrás de su cámara fotográfica y colarse entre las bambalinas y en los ensayos, es uno de los actores protagonistas en la historia del teatro actual en el Estado español.
El Premio Max 2010 de la Crítica es una de las cuatro estatuillas que se entregan por designación directa en la décimo tercera edición de los galardones, junto al Premio Hispanoamericano, el Premio Nuevas Tendencias, y el Premio de Honor. Ros Ribas recibirá el galardón en la ceremonia de entrega de la XIII Edición de los Premios Max, el próximo 3 de Mayo, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
En los años anteriores el galardón ha recaído en Mes de Danza (2009); Primer Acto (2008); Vicente León (2007); y Red de Teatros Alternativos del Estado Español (2006).
Josep Ros Ribas
Un repaso por su trayectoria profesional supone la reconstrucción en gran medida de la historia del arte dramático en España en los últimos años. Una historia que puede ser olvidada por la propia condición del teatro de espectáculo efímero pero de la que Ros Ribas se ha convertido en testigo excepcional, dejando miles de instantáneas que la documentan sin que por ello sus imágenes pierdan esa sensación de fugacidad inherente a las representaciones dramáticas.
Por delante del objetivo de su cámara han pasado también los más sobresalientes directores de escena, actores y actrices españoles, creando retratos de gran intensidad. “Es de los pocos fotógrafos que saben fijar el momento en el que un actor se abandona, se deja llevar por su personaje”, ha dicho de él Patrice Chérau.
Además de estos retratos, sus imágenes de escena se han convertido en una herramienta fundamental para dramaturgos, escenógrafos, iluminadores y responsables de vestuario. Su capacidad de sugerencia, esa que le hace capaz de sintetizar en una imagen la atmósfera de una representación, trasciende también los límites del documento y hace que sus fotografías adquieran gran valor no sólo para los profesionales y amantes del teatro y la ópera sino para el público.
Su extensa carrera ha sido objeto de un homenaje reciente, con una exposición en la que se incluyeron imágenes de sus archivos que recogían algunos de los más relevantes acontecimientos escénicos del teatro español contemporáneo, además de un montaje videográfico. La muestra incluía fotografías de espectáculos en los que ha participado Ribas desde la década de los 70 hasta la actualidad, una extensa lista de producciones del Centro Dramático Nacional, Teatre Lliure, Compañía Nacional de Teatro Clásico, Teatro de La Abadía, Theâtre de l’Odeón (París) y el Piccolo Teatro de Milán y montajes como ‘El tiempo y la habitación ‘, ‘Tirano Banderas ‘, ‘Mediterránia ‘, ‘Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny ‘, ‘2666 ‘, ‘Divinas Palabras ‘ o ‘El Balcón’.
Entrevista a Ros Ribas publicada en la Revista ARTEZ nº107: «Me gusta fotografiar emociones»
