Kevin Spacey compartió con estudiantes de toda Asturias su pasión por el teatro
Kevin Spacey regresó a Avilés un año después de su primera visita, y volvió para hacer lo que más le gusta: hablar de teatro y explicarles, a los que están empezando en ese mundo, dónde está el secreto de su magia. El actor se subió a las tablas del Teatro Palacio Valdés para compartir un rato con jóvenes estudiantes de teatro llegados de toda Asturias. Durante más de una hora, Kevin Spacey contestó a las preguntas que le iban llegando.
Con un buen humor contagioso, confesó que guarda el Oscar ganado en 1996 al lado de la batidoria, que un día Jack Lemonn le auguró un gran futuro como actor y que sus preferencias en cuanto a actores y actrices han ido cambiando con el paso de los años. Hubo tiempo para las imitaciones (Morgan Freeman, Jack Lemonn y Michael Caine fueron los invitados especiales) y también para demostrar su compromiso con los más jóvenes actores de teatro.
Spacey, que confesó que quería ser actor desde los ocho años, compartió con los asistentes sus reflexiones en torno al teatro, y en definitiva, la vida, con frases como «al contrario que en el cine, el teatro es un lugar más familiar, donde puedes confiar», «la primera vez que leo algo es extraordinario. Por eso quiero que el público sienta lo mismo la primera vez que ven la obra», «no pasa nada por no tener la respuesta, lo que es importante es tener la pregunta» o «cuanto más conseguimos comunicar, menos entendemos».
Spacey también dedicó unas palabras al proyecto del Centro Niemeyer, del que destacó su importante papel de cara al futuro de Asturias, como motor ecónomico basado en la cultura.