La segunda semana del XXVII Festival de Otoño en primavera, organizado por la Comunidad de Madrid, continúa con una programación de excepción que se representará en ocho espacios escénicos de la región. Así, entre el 18 y el 23 de mayo, el público madrileño podrá disfrutar de nueve producciones internacionales, de teatro, danza y circo, procedentes de Alemania, Argentina, Bélgica, España, Francia, Italia y Suiza.
El capítulo teatral lo inaugurarán los italianos de Teatrino Giullare, con Finale di partita, de Samuel Beckett. En este espectáculo de marionetas, los actores-jugadores mueven las piezas que dan vida a una de las más significativas y enigmáticas obras del siglo XX. La compañía Teatrino Giullare se fundó en 1995 y, desde entonces, ha presentado sus originales trabajos en teatros de todo el mundo. Esta obra maestra de Beckett podrá verse en el Teatro Pradillo, del 18 al 21 de mayo, y en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, los días 22 y 23 de mayo.
También es teatral la propuesta que llega de los suizos del Théâtre Vidy-Lausanne, Bab et Sane. Dirigida por Jean-Yves Ruf, esta obra cuenta la historia de dos guardianes de Villa Paraíso, la mansión de un dictador africano. Basada en hechos reales e interpretada por Habib Dembélé y Hassane Kassi Kouyaté, Bab et Sane recobra la figura de Mobutu, el tirano que hizo y deshizo a su antojo durante más de cuarenta años en un Zaire injusto y caótico. Estará en el Teatro de La Abadía, del 20 al 23 de mayo.
Por su parte, el director Jorge Eines estrena en Madrid su obra Tejido abierto-Tejido Beckett, una indagación en la obra beckettiana plasmada con potencia dramática, humor, ternura y emoción. Esta propuesta podrá verse en la Sala Pequeña del Teatro Español, del 20 al 23 de mayo.
Magia teatral y provocación
Desde Francia, Aurélia Thierrée trae a esta segunda semana del festival una producción de teatro visual: El oratorio de Aurélia. Se trata de una fantasía de delicada extravagancia que recuerda a los paisajes quiméricos de los viejos teatros de variedades. La propia Aurélia y el bailarín Jaime Martínez son protagonizan este espectáculo, en el que también hay que destacar la presencia de muñecos de madera, criaturas fantásticas, sombras, trucos y acrobacias. Será en el Teatro Español, del 20 al 30 de mayo.
Cierra el apartado teatral Rodrigo García, director iconoclasta y creador atípico que vuelve a agitar las conciencias con su Muerte y reencarnación en un cowboy. Este montaje llevará la provocación y la crítica corrosiva contra las rutinas de la clase media a las Naves del Español-Matadero Madrid, los días 21, 22 y 23 de mayo.
Entre la danza y el teatro
Desde Bélgica llegan los Peeping Tom con su 32, rue Vandenbranden, un espectáculo híbrido entre el teatro y la danza dirigido por Gabriela Carrizo y Franck Chartier. Se trata de un viaje hipnótico a los sueños, los miedos y los deseos de los protagonistas con una espectacular puesta en escena, que se instalará en la Sala Verde de los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, del 19 al 22 de mayo.
También en los Teatros del Canal, en la Sala Roja, la compañía alemana del Schaubühne am Lehniner Platz, uno de los más importantes teatros de Europa, estrena en España TRUST, del 21 al 23 de mayo. Falk Richter y Anouk van Dijk exploran, a través de la danza y el teatro, los frágiles cimientos de las relaciones humanas en el panorama desalentador de la crisis actual.
Danza-performance y circo contemporáneo
El coreógrafo colombiano Luis Garay sorprenderá al público del XXVII Festival de Otoño en primavera con el espectáculo MANERIES. Este artista, referente singular en el panorama coreográfico contemporáneo, presenta una experiencia vanguardista sobre el tiempo y la forma en la que el cuerpo habla. La producción es argentina y estará en la Sala Cuarta Pared, del 20 al 23 de mayo.
El espectáculo que completa la programación de esta segunda semana del festival llega de la mano de la compañía francesa Cie XY, que presenta Le Grand C, del 19 al 22 de mayo, en el Teatro Circo Price. Esta propuesta de circo contemporáneo mezcla generaciones y talentos para contar historias llenas de poesía. Los cuerpos de los acróbatas dibujan arabescos, forman impresionantes columnas humanas y construyen pirámides con una facilidad asombrosa. Saltan, danzan y vibran en un espectáculo acrobático que corta el aliento y que asombra por su virtuosismo.
