La compañía chilena TeatroCinema y la Fundación Teatro A Mil estrenan ‘El hombre que daba de beber a las mariposas’
“El Hombre que Daba de Beber a las Mariposas” es la segunda parte de la trilogía de TeatroCinema y segunda co-producción que realiza la Fundación Teatro a Mil con la compañía. Esta nueva obra fue escrita por Laura Pizarro, Juan Carlos Zagal y Dauno Tótoro. La trilogía de Teatrocinema está configurada como una unidad en sí misma, una reflexión personal acerca de nuestra época y nuestra sociedad. La primera obra, “Sin Sangre”, indagó en la tragedia, en el lado oscuro del ser humano y sus componentes esenciales: el dolor, la violencia, el desgarro, el abandono, la venganza. Un recorrido, demoledor y regenerador a la vez, que se inicia en la ausencia de esperanzas y culmina en el florecimiento de la compasión salvadora.
En esta segunda parte Teatrocinema se ha propuesto iniciar una nueva expedición creativa para ahondar en los secretos, misterios e interrogantes que se desprendieron del largo camino de experimentación teatral, de dos años de duración, realizado con “Sin Sangre”.
El texto de “El Hombre que Daba de Beber a las Mariposas”, tiene tres historias paralelas y simultáneas que gravitan en torno a un núcleo central constituido por los pensamientos que surgen en la mente de un hombre que da de beber a mariposas. Estos mundos paralelos se funden en una edición en vivo de la historia, utilizando múltiples lenguajes narrativos. El desafío estético es el de continuar creando una fusión entre lo virtual y corpóreo, sin quiebre ni sobresalto, logrando un todo orgánico y armónico.
En la obra se utilizan fondos y composiciones digitales, filmaciones y animaciones 2D y 3D, que se mezclan con los elementos tradicionales de la puesta en escena: escenografía, utilerías, iluminación, sonido y música. Toda esta amalgama de elementos fusionados permitirá conectar al espectador con la poesía de la imagen.
El lenguaje de TeatroCinema genera la con-fusión de las técnicas y formas narrativas del teatro y del cine. Con el motor de la fuerza dramática desplegada en escena, con los actores y actrices en vivo y la incorporación de la tecnología aplicada los espectadores podrán viajar en el tiempo y el espacio de modo instantáneo, haciendo uso de elementos tales como el flashback y el flashforward, elipsis, paneos, cortes directos, vistas cenitales y planos contrapicados, cambios súbitos en el “eje de cámara”, para narrar en noventa minutos cualquier historia, por más siglos y distancias que ella recorra.
Con “Sin Sangre” se planteó en escena lo que en teatro parecía imposible: cambiar de eje de un plano a su contraplano. Con “El Hombre que Daba de Beber a las Mariposas”, se avanza en los niveles de con-fusión al lograr seis u ocho distintos ejes, pasando de uno a otro en una misma escena, saltando de mundo en mundo, del interior de una mente al de otra. Asimismo, es la primera dramaturgia de TeatroCinema. “El Hombre que Daba de Beber a las Mariposas”, fue escrita por Laura Pizarro, Juan Carlos Zagal y Dauno Tótoro.
La obra se estrenará mundialmente el 25, 26, 27 de junio en el Teatro San Ferdinando de Nápoles, en Italia. Luego regresará a Chile, donde se presentará desde el 2 de julio y hasta el 22 de agosto en Matucana 100.
Reseña de la obra
En el último instante de su vida, Filippo siente la urgente necesidad de cumplir con un rito ancestral que le fuera transmitido por el último sobreviviente de un antiguo pueblo olvidado: dar de beber a las mariposas que acaban de salir de sus crisálidas para orientarlas en su larga migración. En ese instante mágico en que la vida termina y se inicia a la vez, Filippo se encuentra accidentalmente con Juan, un director de cine cuyo antiguo amor se encuentra postrada con un coma cerebral. En su recorrido también se encuentra con Franco y Elisa, dos actores de trayectoria clásica; y la estatua de un caballero y su dama que representan los cimientos de la historia y la memoria de un amor épico.
Es en ese instantáneo cruce del tiempo y el espacio, en ese segundo en que se intercomunican todos los universos posibles, que Filippo viaja mentalmente por las posibles existencias de cada uno de los personajes, con el caótico desplazamiento que podría trazar una mariposa en vuelo, y con su tenue y leve batir de las alas incide en los cursos de las vidas de cada uno de ellos.
En esta obra, Teatrocinema adopta una mirada más mágica, lúdica y llena de fantasía, que llega a un público de todas las edades y que captura la imaginación de grandes y pequeños. Es decir, es una obra universal.