Los organizadores de Sevilla Circada celebran la consolidación del festival en la ciudad
La tercera edición de Circada, que dijo adiós a Sevilla el 20 de junio y a las extensiones en otros municipios el 27, es ya clasificable como un éxito. Con una excelente temperatura e incluso algún susto por lluvia los primeros días, Circada consolida su estructura y estrategias ya marcadas en la edición 2009: fechas pre-veraniegas, dos semanas de programación, vínculos con espacios de entidades patrocinadoras, concentración de la programación por zonas de la ciudad, predominio de la calle frente a los selectos espectáculos de sala, actividades especiales como las galas o la monociclada… A los ingredientes antes numerados se han sumado este año dos importantes novedades que, viendo los resultados, se espera mantener de cara a futuras ediciones. En primer lugar la formación, gracias a la participación de la Asociación de Empresas de Artes Escénicas de Andalucía (ACTA), Circada ha impartido por primera vez dos cursos gratuitos de 30 horas, de movimiento y clown. Para la cual se ha contado con Gorka Ganso y Manolo Carambolas, y la expectación ha sido tal que se han quintuplicado las inscripciones respecto a las plazas disponibles.
La segunda gran novedad del festival, pretendida desde la primera edición por la organización, han sido las extensiones, gracias a las cuales se ha aumentado la programación hasta en un 45%. Es decir, han permitido llevar 15 funciones a otras seis localidades de Huelva y de Sevilla: Aljaraque y Huelva en la provincia onubense y Lora del Río, Alcalá de Guadaíra, Bormujos y La Rinconada en la sevillana.
Público fiel y numeroso
El aumento en funciones, pero también en afluencia de público por función, hace que la estimación de asistencia de este año sea de unos 15.000 espectadores, con momentos álgidos como en el adiós del festival a Sevilla, junto al Puente de Triana, que reunió a más de un millar de personas para ver “Collage” de Botproject. Los “llenos” en la calle han sido generalizados, hasta el punto de que la organización afirma haber comprobado que “Circada cuenta con una excelente convocatoria y un público fiel, lo cual nos garantiza ya, con solo tres ediciones, una afluencia masiva de espectadores en el día, hora y lugar de la ciudad donde nos dispongamos a actuar”. Esta frenética actividad en cuanto a los públicos ha tenido también reflejo en la dinamización de las redes sociales en Internet, en una mayor repercusión en prensa, o en las consultas de la página web oficial www.sevillacircada.com, que ha duplicado sus visitas durante los días del festival respecto a la edición de 2009.
Momentos álgidos
No es sencillo seleccionar momentos estelares en un festival de 34 funciones en el que cada día se viven nuevas experiencias y que ha conseguido configurar una programación muy regular frente a un público siempre entusiasta. La Gran Gala, un año más, fue uno de los momentos más emotivos, por la espectacularidad de los números y por llenar un espacio escénico nuevo para Circada, el Teatro Joaquín Turina del Centro Cultural Cajasol, y además en un martes.
En cuanto a nuevos espacios, sin duda el gran descubrimiento ha sido la Torre de los Perdigones, que este año contaba con una de las compañías más aplaudidas: Los2Play. Y el Teatro Alameda, con aproximadamente un 80% de ocupación, también superó las expectativas con la coproducción de Rolabola & Manolo Carambolas que repetirá la próxima temporada en este espacio, en programación regular.
Alba Sarraute centró los momentos más contemporáneos y personales, culminando en una rotunda ovación en el Patio de la Diputación. El Rectorado volvió a ser un edificio emblemático para el festival, para el que la organización ya ha decidido que en futuras ediciones se tendrá que contar con espacios exteriores y los patios más amplios, ya que en la única función realizada en uno de sus patios interiores, con los burgaleses Los Kikolas, mucho público se tuvo que quedar fuera. Los Tres Puntos y Aparte siempre recordarán a un festival que les permitió realizar una mini gira andaluza, con visitas a Sevilla, Bormujos, Lora del Río y Alcalá de Guadaíra en la provincia de Sevilla y a Huelva capital.
Finalmente, la multitudinaria despedida de Sevilla, junto al Guadalquivir, en la que se pudieron contemplar curiosas estampas, como las de la gente que desde la calle Betis (en Triana) observaba en la orilla opuesta las evoluciones de los expertos en cama elástica de la compañía catalana Botproject, puso punto y seguido a un festival que acaba con enormes ganas de retomar el trabajo de cara a la cuarta edición, en 2011.
Según la organización, Circada se convierte, tras este año, en uno de los “grandes festivales de más bajo presupuesto de Sevilla y probablemente en uno de los proyectos culturales que en menos tiempo ha conseguido consolidarse y enraizar entre el público de la ciudad”.