Manifiesto frente al asesinato de Lisandro Guarcax
La comunidad artística, organizaciones indígenas, sociales y campesinas nacionales e internacionales
Manifestamos
Nuestra total indignación y repudio ante el secuestro y cruel asesinato del artista Maya Kaqchiquel Leonardo Lisandro Guarcax González, coordinador del Centro Cultural y grupo Sotzil Jay, con el cual se presentó por toda Guatemala y en festivales de América y Europa; responsable de un trabajo serio, consciente y de alta calidad artística en diversas disciplinas, como la música, la danza, la poesía y el teatro; investigador del arte Maya prehispánico; generador de sueños y acciones para la transformación del país y de la sociedad a través de la reivindicación del pueblo Maya; noble educador, comprometido con la niñez, la juventud y los derechos colectivos de los pueblos originarios a través del arte; guía espiritual, sabio compañero, hermano y amigo.
Denunciamos
Que Leonardo Lisandro Guarcax González, originario de El Tablón, Sololá, fue secuestrado el pasado 25 de agosto, cuando se dirigía a la Escuela Oficial de la comunidad Chuacruz, del municipio de Sololá, donde trabajaba como director y maestro. Su cadáver fue encontrado horas después con graves señales de tortura. Este hecho criminal inaceptable contra un defensor de los derechos humanos, afecta profundamente la cultura y el arte en nuestro país, visibiliza una vez más el clima de violencia y zozobra que vivimos, la represión y criminalización brutal hacia los pueblos y las voces generadoras de conciencia y la intolerancia hacia un mundo distinto.
Exigimos
Rotundamente al Estado de Guatemala y al sistema de justicia nacional e internacional que este hecho no quede en la impunidad; que se le dé seguimiento y agilicen las investigaciones respectivas; y que se castigue a los responsables de este terrible crimen.
Asimismo, nos solidarizamos con la familia Guarcax y con el Centro Cultural Sotz’il Jay, que ya han perdido a dos de sus familiares y colaboradores, pues en el año 2009 también fueron asesinados Ernesto y Carlos Emilio Guarcax González, crímenes que hasta el momento siguen impunes.
Lisandro Guarcax vuelve a la madre tierra como dador de vida. Su conocimiento está vivo entre nosotros, en su comunidad y se conserva como un semillero en el Centro Cultural y grupo Sotz’il Jay, como un valioso legado para las generaciones presentes y futuras.
Tu corazón florece.