Momentum/Mayumana
A ritmo seguro
Obra: Momentum Autores: Eylon Nuphar y Boaz Berman. Compañía: Mayumana. Intérpretes: Michael Feigenbaum, Aka Jean Claude Thiemele, Eva Boucherite Martín, Silvia Garcías De Ves, Talia Bik, Ramiro M. Tersse (Ramiroquai), Ruth Aharoni, Malu Maria Lucía Bus, Tim Vranken, Lu Arroyo Moreno, Vanderson Souza Dos Santos, Enrique Jacinto (Kike), Alexandra Jezouin, Géraldine Battesti, Jonathan Elías. Escenografía y vestuario: Michael Kramenko. Iluminación: Eylon Nuphar y Roy Milo. Videoarte: Ido Kagan y Gilles Papain. Dirección: Eylon Nuphar y Boaz Berman. Teatro Principal de Zaragoza. 20 de octubre de 2010. Aforo completo.
Estaba a punto de morir el siglo XX cuando irrumpieron en el panorama internacional un grupo de muchachas y muchachos que hacían música golpeando sobre contenedores de basura y otros objetos reciclados. Desde entonces, aquel puñado de jóvenes se ha convertido en una enorme factoría con más de 400 miembros. Su nombre Mayumana. Estos días presentan en el Teatro Principal de Zaragoza su cuarto espectáculo, “Momentum”.
Se nos anuncia que el tiempo será nuestro anfitrión durante el show. Nos acompañará, hará de hilo que hilvane las distintas escenas que componen el espectáculo. Si pudiéramos parar el tiempo, controlarlo… ¿Qué haríamos? ¿Qué cambiaríamos? He aquí el argumento de “Momentum”. Pero pronto el supuesto argumento se pierde y asistimos a una sucesión de escenas que enganchan por su vitalidad y la gran potencia visual y sonora que llegan a alcanzar en ocasiones, pero que olvidan que se nos ofreció un hilo argumental. No se trata de un espectáculo innovador. Ni muchísimo menos revolucionario. No nos ofrece nada novedoso, nada que no hayamos visto ya en sus anteriores propuestas. La fórmula funciona y no hay porque abandonarla. Es simplemente (y tal vez no sea poco) una demostración más de las habilidades de la compañía. Hay música, danza, acrobacias, comicidad…Y lo hacen todo bien. Con precisión, talento y solvencia. Todo rodando a la perfección dentro de una sobresaliente producción. ¿Pero acaso podría esperarse menos de la enorme maquinaria que es Mayumana?
Es cierto que es un buen espectáculo. Dinámico, con un buen manejo del ritmo y con momentos de gran fuerza e intensidad, en especial las tres últimas escenas. Hay un uso preciosista de las luces y las sombras (excelente iluminación) que da lugar a cuadros escénicos de gran belleza visual. La escenografía recoge y muestra el concepto fundamental que guía la puesta en escena. Los videos y el espacio sonoro se mimetizan con el espectáculo de forma exquisita. Hay incluso una incipiente teatralización que da lugar a un divertido juego con el público. Un público que, por cierto, acabó absolutamente entregado, evidenciando el incontestable éxito de la propuesta. Un buen espectáculo, sí, pero carente por completo de riesgo y de evolución. Pero eso, tal vez, no era esperado por nadie. Si buscan a los Mayumana de siempre, aquí los tienen.
Joaquín Melguizo. Publicado en Heraldo de Aragón, 22-10-10