En cartel

Itziar Madariaga y Dakumene presentan ‘Flowomenco’ y ‘Raíces’ en La Fundición

La Sala La Fundición de Bilbao presenta los días 22 y 23 de enero un programa doble compuesto por la obra ‘Raíces’ de Dakumene –una reflexión sobre el poder en clave de danza-teatro que interpretan los tres miembros de una familia– y el espectáculo ‘Flowomenco’ de la música y bailarina Itziar Madariaga. Se trata de dos representaciones enmarcadas dentro del programa Zer(k)nias, en el que la sala presenta a los creadores que desarrollan su labor en su entorno.
Estrenado dentro de Bilbao Antzerkia Dantza y presentado en Buenos Aires, Raíces es un montaje en el quelos integrantes de Dakumene continúan en la línea de su pieza anterior, ‘Vacío’, «indagando en nuestras propias vivencias para generar otras visiones y una poética de la imagen que despierte otros sentidos u otro tipo de reflexión». Bajo la dirección de Gustavo Gorosito, propone una reflexión en torno a temas como el poder, la educación, el Estado y la familia. No en vano, es en esta última donde se gesta esta pieza que continúa partiendo de lo personal, de lo confesional, para ir hacia lo universal. Por ello, es el propio núcleo familiar que está detrás de Dakumene –compañía que integran el propio Gorosito con Vicky Mujica– la protagonista de Raíces, a la que se ha sumado la tercera pata, la hija de ambos, Luna. «Se trata de reflexionar sobre los roles. Cuando uno es padre, todo aquello de lo que te interesa hablar desde la escena, como el poder, el Estado… lo encuentras ya no en lo macro, sino de puertas para adentro, en tu propia casa», dice el director, quien le planteó participar a su propia hija ya que poco a poco está adentrándose en el mundo del teatro y la danza. «En realidad, todo el proceso está también ahí, porque durante los ensayos, no deja de ser una niña y de ser hija», reconoce.

Con la colaboración de Olaf Kheler en la implicación corporal y el trabajo de gesto, Dakumene ha creado un espacio limpio que podría recordar al hall de una casa, donde cada uno de los protagonistas tiene su espacio íntimo, su refugio. «La idea es que el espectador entre en nuestra casa y vea un juego de relaciones, de poder. Ha sido curioso el buscar el lugar de Luna ahí, porque se acostumbra a decir que los niños son pequeños tiranos, pero en mi opinión, los niños no son más que eso, niños. Los padres nos quejamos de que llegan sin ningún manual y no nos damos cuenta de que ellos tienen menos herramientas para gestionar todas las órdenes que les damos día a día». Y ya que el poder que se ejerce como padre es muy sutil, Raíces es una obra que se apoya en las miradas, gestos ante reacciones, y un trabajo en el que aflorará «lo animal».

Junto a Raíces, se podrá ver ‘Flowomenco’ de Itziar Madariaga, una obra en la que la creadora bilbaína lanza una propuesta: «Se coge una tela de hilo blanca y porosa. Se pliega como una hoja de papel doblada en cuartillas. Seguidamente se dibuja en el centro un círculo rojo, como un Sol Naciente. Se espera a que la pintura vaya impregnando cada una de las capas. Entonces se respira hondo y se extiende el tejido a voluntad, con el ritmo y la cadencia deseadas».


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