Dentro de la programación del I Festival Internacional de Magia de Madrid, que se celebra en el Teatro-Circo Price entre los días 14 y 20 de febrero, se presentará un espectáculo pionero en el arte de la magia: el chileno Juan Esteban Varela ofrecerá varias sesiones de su Magia para Ciegos, un espectáculo para videntes e invidentes que se desarrolla en total oscuridad y del que el propio creador nos aporta más información en la siguiente entrevista.
¿En qué consiste la magia para ciegos? ¿Hay precedentes? ¿Cómo te iniciaste?
Magia para Ciegos en realidad es magia en la más completa oscuridad. Ciegos durante el espectáculo somos todos, incluido yo. En realidad es algo así como un nuevo género, una nueva forma de hacer magia. Como todo proceso creativo existen algunos antecedentes, por ejemplo Willy Tidona con «Proyecto Mara» y Juan Tamariz con «Verbimagia», pero creo justo decir que nunca antes se había hecho un espectáculo de este tipo. Existían obras de teatro, restaurantes, incluso exposiciones en museos que habían trabajado el concepto de experiencias a oscuras y mientras vivía en Madrid me encontraba estudiando la naturaleza de la magia, sus principios y recursos. En este proceso, que ocurrió hace ya 10 años, me surge la pregunta: el arte que casi por definición no tiene límites ¿está restringido a la visualidad para poder generar sus efectos mágicos? Magia para Ciegos es mi respuesta entusiasta y concreta a esa pregunta: lo que parece imposible muchas veces es también una ilusión.
Dicho de forma muy simplista, la magia es ilusión óptica o/y mental. ¿Dejar de lado el que es uno de sus pilares, abre nuevas posibilidades al concepto que tenemos de magia?
A mi entender aquí la respuesta está en la afirmación previa a la pregunta. La magia sólo a veces incluye una ilusión óptica pero inevitablemente es mental. Las personas construimos una interpretación de lo que sucedió y en algún momento nos permitimos decirnos a nosotros mismos: esto es asombroso. Este es un proceso complejo que a mi entender involucra tres habilidades fundamentales y comunes a ciegos, videntes y disminuidos visuales. La capacidad de razonar, se genera una intringa intelectual) la capacidad de imaginar, se estimula la fantasía con una ficción, y la capacidad de emocionarse, se conecta la experiencia mágica a algo más personal. Si estas tres áreas están activadas la magia necesariamente se produce. Me tomó un tiempo largo darme cuenta de esto que hoy me parece tan obvio: los sentidos son sólo un medio para conseguir el asombro, no un fin en sí mismo. Yo en particular he desarrollado tres formas. seguro existen más, de crear la experiencia y construir este espectáculo: magia sin elementos, el poder de la palabra genera sin apoyo de ningún tipo el efecto mágico, magia a distancia, los espectadores tienen en su poder ciertos elementos y al seguir unas instrucciones la magia les sucede en sus propias manos, y magia proyectada en la oscuridad, un juego clásico de magia se proyecta a los espectadores de manera auditiva en lugar de visualmente. Efectivamente recorriendo este y otros caminos los espectáculos posibles en la oscuridad son infinitos.
Existe una corriente que trabaja el teatro desde los sentidos, creando experiencias sensoteatrales. ¿Podría darse algo similar con la magia?
Todas las disciplinas sin duda nos enseñan algo y es maravilloso ser testigo de algunos de los recursos que el teatro emplea para generar nuevas sensaciones. Creo sin embargo, y en relación a la pregunta anterior, que no hay que olvidar que no es a través de este medio que se consigue el imposible fascinante inherente a la magia. El uso y potenciación de los sentidos no visuales son para un espectáculo de magia en la oscuridad algo así como la puesta en escena. Es una forma de lograr que todo lo vivido se amplifique, sea variado y en definitiva cumpla con uno de los objetivos primordiales de cualquier espectáculo: que no aburra mortalmente a los que asistieron. Para conseguir esto hay que echar mano de todas las armas que nos ofrecen las demás artes como por ejemplo la música, el humor o la narrativa. Es un equilibrio delicado donde no hay que perder de vista que en el corazón de la experiencia debe seguir palpitando algo inexplicable y misterioso: el efecto mágico. Al menos esa será siempre mi intención y mi búsqueda. Es lo que pasa cuando uno es mago.
Magia para ciegos es una experiencia que pueden disfrutar conjuntamente tanto ciegos como videntes. ¿Los dos tipos de espectadores la sienten de la misma forma?
Me encantaría ser capaz de responder esa pregunta. Evidentemente al conocer y manipular todos los hilos de la marioneta resulta difícil ponerse cabalmente en el lugar del espectador y por supuesto la dificultad es todavía mayor para mí si ese espectador es ciego. Mi sensación sin embargo es que hay un punto por lo menos en que ambas experiencias son comunes: tanto para ciegos como para videntes se trata de una experiencia única y hasta ese momento desconocida. No es difícil imaginar por supuesto ciertas diferencias. Nosotros los videntes no estamos acostumbrados a desplazarnos espacialmente en la oscuridad ni a confiar en el tacto y el oido para construir la realidad que nos rodea o interpretar lo que nos sucede. Parece justo entonces decir que los ciegos en este espectáculo están en ventaja aunque no tengan experiencias previas con el mundo de la magia. Sin embargo quiero creer que en el instante en que se produce el asombro todos compartimos el mismo universo de desconcierto y fascinación. Existe otro aspecto del espectáculo en que lo vivido también es común para ciegos y videntes: todos somos conscientes de estar compartiendo con personas distintas a nosotros y al mismo tiempo sabemos que esas diferencias no tienen ninguna importancia al menos en lo que se refiere a vivir el espectáculo. Pienso por lo tanto que se trata de un espectáculo donde la integración se asimila de manera práctica y no a través de un discurso.
Cuando acabas uno de tus espectáculos, ¿qué te transmiten los que lo han vivido?
Esta es una de las mayores satisfacciones de haber creado Magia para Ciegos. Indudablemente se trata de un espectáculo que todavía tiene mucho por crecer y agradezco los inteligentísimos comentarios de ciegos, videntes y muy en particular de la comunidad mágica en relación a diversos aspectos de la experiencia. Sin embargo estoy convencido de que ciertas frases y reflexiones de espectadores con nombre y apellido me acompañaran a lo largo de mi vida profesional y personal. Algunos de esos momentos compartidos justifican con creces estos años de investigación y trabajo, aparte de la alegría intrínseca del proceso.
