Los objetos protagonizan la novena edición del Festival València Escena Oberta-VEO
Del 16 al 27 de febrero se celebra la novena edición del Festival València Escena Oberta-VEO, que ha elegido como tema estructural al objeto. VEO 2011 aborda la animación de la materia inerte en todas sus posibilidades expresivas. Durante 12 días, las propuestas íntimas conviven con las estructuras escenográficas complejas; hay sitio para el desarrollo tecnológico, pero también para la artesanía; y se abre un paréntesis reflexivo a los objetos de consumo y al cuerpo objeto. La evolución de las dramaturgias de objetos y de las técnicas de manipulación ha renovado las tablas con grandes dosis de vitalidad y creatividad. Como escaparate de las últimas tendencias escénicas, el Festival Internacional València Escena Oberta no puede sino reflejarlo. Así, bajo el lema «el objeto», esta novena edición despliega las variantes actuales del teatro de objetos.
Pero no hay que llamarse a engaño, si bien este año la muestra se abre a todos los públicos en las propuestas de las compañías Le LaRio y Baró d’Evel Cirk, la mayor parte de la programación es de contenido adulto. «Los títeres tradicionales tienen una relación muy estrecha con la infancia, pero si ampliamos el concepto de ‘títere’ al de ‘objeto animado’ y lo ponemos en manos de creadores contemporáneos, el resultado es una propuesta de arte en vivo que sigue manteniendo aquella magia ancestral», anticipa la concejal de Juventud del Ayuntamiento de Valencia, Beatriz Simón.
Los trastos, muñecos, móviles y marionetas invitados a cobrar vida proceden de diversas ciudades de España y de países como Francia, Bélgica, Hungría, Suiza, Dinamarca y Holanda.
La corriente artesana viene representada por las compañías Le LaRio y CaboSanRoque, y los creadores Jordi Gali y Macarena Recuerda. Todos comparten el interés por la reutilización de materiales, la técnica meticulosa del orfebre y el preciosismo en la puesta en escena.
«Hoy, las aplicaciones escénicas de la ciencia y la robótica permiten que la vivificación sea más real que nunca, pero también se mantiene una mirada hacia el trabajo manual en directo a través de la poética y el juego», defiende la directora artística del Festival, Mariví Martín.
La compañía francesa Le LaRio se sirve de madera, papel, bielas y ruedas para forjar universos oníricos. La formación dirigida por el músico, compositor y artista conceptual galo Antoine Birot, crea ante los ojos del espectador un mundo regido por las leyes de la mecánica. Entre la performance y la instalación teatral, La Prophétie des Mécas, cuenta la historia de amor de una figurita de alambre que parte en busca de una pequeña bailarina.
Jordi Gali también recurre a la construcción en directo en su solo Ciel. La performance consiste en la edificación de una torre alta y frágil realizada con troncos y 200 metros de cuerda. Su montaje conjuga la poética y la precisión. «Dado que los objetos parecen naturalmente estáticos y el cuerpo aparece como una entidad dinámica, decidí unir ambos, y su evolución temporal produjo una especie de danza instalación», argumenta el creador catalán.
CaboSanRoque recurren al reciclaje de instrumentos, pero también a aplicaciones de software en sus discos y directos. Para Torn de nit, los catalanes han aprovechado el desmantelamiento de una fábrica de galletas de Granollers para conformar una orquesta mecánica completa, con secciones de cuerda, viento y percusión. La recreación de la actividad nocturna se apoya en las voces en off de los trabajadores y el acompañamiento en vivo de guitarra eléctrica, piano y acordeón. La conjunción logra humanizar una actividad alienante.
La puesta en escena de perVERSIONES se sostiene, en cambio, en una serie fotográfica. La cantante contemporánea Fátima Miranda y Chema Madoz forman tándem en un espectáculo donde melodías medievales, lieds, lamentos y cantos de chamanes se entrelazan con jazz, copla, fado y chanson en una escenografía realizada por el Premio Nacional de Fotografía.
Macarena Recuerda también se sirve de instantáneas para That’s the story of my life. Pero su propuesta, que toma el título de una canción de The Velvet Underground, es una biografía a partir de imágenes pictóricas, fotográficas y cinematográficas. El resultado es una película de animación en directo que traza un retrato ficticio de la vida de la madre de la artista sirviéndose de instalaciones visuales y de un juguete de los albores del séptimo arte, el zoótropo.
Cine propiamente dicho es The Movie. La pieza de María Jerez emplea todos los arquetipos de los filmes sobre grandes robos, pero utiliza objetos y espacios cotidianos para cambiar su significado y, de paso, salvar los problemas de presupuesto. De este modo, las cámaras de seguridad de los museos son flexos, las llamadas se reciben a través del teléfono de la ducha y los rayos láser que salvaguardan las obras de arte se simulan con un ovillo de lana roja.
Si María Jerez utiliza los objetos para profundizar en el poder de la representación en el cine, en C’est du chinois!, Edit Kaldor cavila sobre la comunicación. La obra de la dramaturga húngara constituye junto a las obras de KTHA y Tuig, el apartado que VEO dedica a la reflexión crítica.
En el escenario, una familia china de Shangay que sólo habla mandarín. Empleando los artículos de su día a día, sus cinco miembros imparten una clase básica de comprensión oral de su idioma en la que van aflorando sus conflictos internos.
Los franceses KTHA comparten con Edit Kaldor el cuestionamiento de las realidades sociales e individuales contemporáneas. En ¿Est-ce que le monde sait qu’il me parle?, se encierra en un contenedor a 35 espectadores a los que se van uniendo muñecos antropomórficos. En este espacio, el público asiste a su propia mercantilización enfrentado a eslóganes de publici¬dad, emisiones de televisión, cartas administrativas, películas, sabiduría popular…
El objeto ha trascendido su funcionalidad cotidiana para convertirse en elemento poético, artístico, y también político, con ejemplos como el de la crítica del consumismo de Theater Tuig. En Schraapzucht, los holandeses erigen una construcción bizarra que contiene una rueda dentada y todo tipo de cuerdas y objetos que cuelgan en su interior. Marc van Vliet ha inventado este mecanismo a mitad camino entre la performance y la instalación donde se accionan poleas y se manipulan títeres de hilo mientras se reflexiona sobre el agotamiento de los recursos humanos y naturales.
En esta nueva edición, VEO prosigue con su apuesta por los espacios no convencionales. A los ya citados, un contenedor y una estructura mecanizada de madera y hierro, hay que sumar la coqueta carpa de Baró d’Evel CirK. De Francia procede este circo contemporáneo capitaneado por Camille Decourtye y Blai Mateu. Para Le sort du dedans, la compañía se enraíza en el tramo 9 del Antiguo Cauce del Río para revelar sus mundos interiores a través del humor de clown, la acrobacia, un contrabajo y un caballo hispanoárabe.
Desde los años setenta, el país vecino es el meollo donde se gestan las producciones más rupturistas de las artes de la pista. De hecho, también son galos MPTA, formación integrada por Mathurin Bolze, merecedor del Prix des Arts du Cirque 2009, y Hedi Thabet, malabarista reconvertido en bailarín. En Valencia presentan Ali, un dueto para dos acróbatas y cuatro muletas que destila humanidad fraternal y violenta.
Junto a la ósmosis de 25 minutos de MPTA, completan las nuevas miradas sobre la danza Mette Ingvartsen, Yann Marussich y Vicent Gisbert.
En Evaporated Lanscapes, Mette Ingvartsen crea un mundo artificial regido por las leyes de la evaporación, la disolución y la transformación. Esto es, en la propuesta de la coreógrafa danesa bailan los elementos, no las personas. Valiéndose de materiales efímeros y materias como la luz, el sonido, el humo, las burbujas y la espuma, se construyen paisajes que asemejan por unos momentos postales de la naturaleza y por otros, invenciones futuristas.
Bleu Remix es así mismo un trabajo de seducción óptica, pero con la inmovilidad como objeto de estudio. Yann Marussich es un caso aislado en la práctica de la danza contemporánea. Sus propuestas lo sumergen en la introspección y confrontan su cuerpo a diversas formas de agresión que asume con una pasividad inquietante. El bailarín francés, Premio Ars Electronica 2008 en la categoría de Arte Híbrido, propone un viaje a través de la piel donde se asiste a la representación anatómica interior. En el fértil mundo de los objetos, también tiene cabida la presentación del cuerpo-objeto.
Por último, el performer y videocreador valenciano Vicent Gisbert exhibe cinco piezas de videodanza realizadas entre 2007 y 2010 bajo el título Serie 01. Contra, r38, AU, Rumores y Back, cuyo estreno se presenta durante el Festival, comparten una querencia por la captura de un espacio y de los objetos que lo habitan a través de la danza.
La creación local se completa con la producción propia del Festival, realizada este año por el colectivo formado por los autores Rebeca Crespo, Jacobo Julio y Néstor Mir, y las coproducciones de la compañía Bambalina Teatre Practicable y de la formación de danza contemporánea Mal Pelo.
Taxis es un proyecto multidisciplinar que nace de la participación colectiva de tres jóvenes autores valencianos. Esta obra experimental, a mitad camino entre el teatro de objetos y la road movie, recrea cuatro historias marginales de personajes urbanos. Una radiografía humana que muestra la fragilidad de la existencia y el riesgo de convertirnos en maniquíes rotos.
Inmersos también en la idea de laboratorio artístico, Bambalina presenta Cosmos, una coproducción con el Mercat de les Flors de Barcelona, que crea un universo cambiante a partir de objetos de consumo cotidiano. Simples vasos que, con la acción de los actores manipuladores, configuran formas y estructuras dinámicas que juegan con las distancias, superficies y perspectivas. Enmarcada dentro de la poesía visual que remite a la obra de Joan Brossa, la pieza libera a los objetos de su función original y los transforma en obras artísticas.
Tots els noms, de la formación de danza contemporánea Mal Pelo, constituye la primera coproducción internacional en la que participa VEO, ya que ha sido impulsada por el Agora de la Danse de Montreal. El espectáculo, un complejo solo escénico interpretado por María Muñoz, ahonda en la identidad del ser humano y los nombres que lo determinan y ha sido, así mismo, producido por el Instituto de Cultura Grec Festival de Barcelona y coproducida por el Festival Temporada Alta de Girona.