El Chivato

El Teatro de Madrid acoge tres grandes clásicos de la zarzuela

El Teatro de Madrid acoge a lo largo del mes de abril la puesta en escena de tres obras clásicas de la zarzuela, todas ellas presentadas por la Compañía Innova Lyrica. Del 31 de marzo al 3 de abril se representa La rosa del azafrán; del 7 al 10 de abril se mostrará Black, el payaso y del 14 al 17 de abril será el turno de Los Gavilanes con la que se cerrará el ciclo.

Estas representaciones que comenzarán a las 20.00, excepto los domingos que arrancan a las 18.00, tendrán su inicio con la puesta en escena de La rosa del azafrán, obra que cuenta con música del gran maestro Jacinto Guerrero y libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw. Se aprecia en todo momento la belleza de esta obra con referencias al amor tan frágil como esta flor (el azafrán) peregrina otoñal, «que brota al salir el sol y muere al caer la tarde», como canta el protagonista.

La rosa del azafrán tiene como eje el amor entre dos personajes de diferentes clases sociales. La pieza cuenta la historia de Juan Pedro, un mísero labrador, enamorado del Ama Sagrario. Pero incapaz de romper la barrera social que les separa, Juan Pedro pide en matrimonio a Catalina, una moza del pueblo. Sagrario consiente, llevando por dentro su dolor; pero Juan Pedro, dejándose llevar por sus verdaderos sentimientos, le termina confesando su pasión. Ella, por orgullo, le rechaza, y él, despechado, se marcha lejos. A Catalina, viendo la prolongada ausencia de Juan Pedro, no le queda más remedio que aceptar por marido a Moniquito, antiguo pretendiente.

Al cabo de más de un año, Juan Pedro regresa sin haber podido olvidar a Sagrario, la cual tampoco ha dejado de quererle. Viendo la situación, Custodia, que aprecia a Sagrario, inventa que Juan Pedro es el hijo perdido de Don Generoso, un noble anciano trastornado de la cabeza que antiguamente había tenido propiedades y buena fortuna, pero lo había perdido casi todo en la guerra.

La opereta en un prólogo y tres actos, Black, el payaso, que cuenta con música de Pablo Sorozabal y libreto de Francisco Serrano Anguita cuenta cómo una pareja de payasos, Black y White, debido a los avatares del destino, huyen exiliados de la revolución en su país imaginario, Orsonia, y en París, en el transcurso de una función en el Teatro Alhambra reconocen a Sofía y a su hermana Catalina, princesas del vecino país, Surevia, a las cuales Black conoció habiendo quedado prendado de Sofía. Esta confunde a Black con el destituido y presuntamente asesinado príncipe de Orsonia, prometido suyo, pues este último toca una melodía que el antiguo príncipe compuso para ella, y dado que Black ve la oportunidad de cumplir su sueño decide hacerse pasar por él. Esto provoca una serie de enredos, tales como que vuelven a Orsonia, se le corona príncipe a él y ministro a White, reaparecen personas que conocieron al verdadero príncipe, claro que con el paso de los años y las penurias de la revolución cualquiera cambiaría de aspecto, ¿o no?

Toda esta trama se ve salpicada de hilarantes escenas entre los personajes secundarios, un periodista sin escrúpulos, una duquesa besucona, una condesa con ganas de divertirse, un Barón desesperado, un extraño músico, un guardabosques «despistado», una criada antipática y un ama de llaves que aún lo es más…

El ciclo se completa con la zarzuela en tres actos, y cinco cuadros en prosa Los gavilanes, de Jacinto Guerrero y libreto de José Ramos Martín. La obra se desarrolla en Provenza, en el año de gracia de mil ochocientos y pico. Tras una larga ausencia, Juan Foret, el protagonista, regresa acaudalado a su aldea tras haber conseguido oro en Perú. Todos los aldeanos están locos de contento por su regreso: su hermano Camilo, su cuñada Renata, sus sobrinas Emma y Nita, y, sobre todo, Adriana, la novia a la que dejó esperando, y que tras unos años se casó con otro hombre con quien tuvo una hija, la bella Rosaura. Tras encontrarse de nuevo, Adriana alberga esperanzas de retomar ese amor aunque sea otoñal, pero, por una maquinación de su madre, Leontina, Juan fija sus intereses en Rosaura.

Al enterarse Gustavo, el joven enamorado de Rosaura, se enfrenta a Juan, así como todo el pueblo, incluida su familia y sus amigos Clariván y Triquet. De nada sirve, porque ante el dinero no hay nada que pueda vencerlo. Todo parece perdido y la boda de Rosaura y Juan, inminente, pero la noche anterior a la boda, rota Adriana de dolor, sucede un imprevisto.

En esta zarzuela el espectador puede encontrar todos los ingredientes de un gran éxito, amores, desdenes, comicidad, dramatismo… todo ello acompañado de una música sublime y de unos pasajes de una belleza extraordinaria. Dignos son de recordar la Romanza de Juan (Mi aldea), la Romanza de Gustavo (Flor Roja), el Dúo de Adriana y Juan (Dulces recuerdos de nuestra infancia), el Dúo de Adriana y Rosaura (Yo le adoraba), el concertante Final del Acto II (Guarda indiano tu riqueza) o la Marcha de la Amistad (Amigos, siempre amigos).

La compañía Innova Lyrica es un ambicioso proyecto lírico-teatral que una serie de jóvenes profesionales crearon en 2004. El principal objetivo de esta compañía es perseguir la excelencia tanto musical como escénica en cada una de sus producciones para contribuir al desarrollo y difusión del género lírico y, en especial, de la zarzuela.

Con esas premisas, Innova Lyrica ha presentado diversas producciones como ‘Agua, azucarillos y aguardiente’, ‘El Bateo’ y ‘La canción de la Lola’, de Federico Chueca; ‘El dúo de la africana’ y ‘La viejecita’, de Manuel Fernández Caballero; ‘La revoltosa’ y ‘El tambor de granaderos’, de Ruperto Chapí; ‘El santo de la Isidra’, de Tomás López Torregrosa; la opereta ‘Black, el payaso’, de Pablo Sorozábal; o la primera ópera que Mozart compuso con 12 años en 1768, ‘Bastián y Bastiana’, la cual se ha representado en una amena y didáctica función dirigida especialmente para los niños. Innova Lyrica ha recogido los aplausos de un público que reconoce el esfuerzo de ofrecer unos espectáculos de calidad por los distintos teatros y auditorios nacionales por los que se ha presentado.

Se trata, pues, de un proyecto ambicioso que persigue el objetivo de ensalzar un género que se ha ido degradando a nivel interpretativo. Como decía Calderón en la Loa al laurel de Apolo «es un género en el que no sólo se canta sino que también se representa». Todos los componentes de Innova Lyrica, trabajan por el desarrollo y difusión de la zarzuela por todo el territorio nacional e internacional. Si la zarzuela triunfó (sobre todo a finales del siglo XIX) fue porque se sustentaba en personajes creíbles capaces de dar el «do de pecho» actoral y no sólo vocal. El equipo está formado por más de 60 profesionales, contando con una orquesta sinfónica titular formada por 30 jóvenes profesores, un nutrido coro de 30 componentes, así como un importante equipo artístico de técnicos, escenógrafos, estilistas, ayudantes y dirección.


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