La Noche de Max Estrella conmemora los 75 años de la muerte del autor de Luces de Bohemia
Max Estrella vuelve a las calles de su Madrid de la mano, una vez más, del Círculo de Bellas Artes. Esta vez, la decimocuarta, para celebrar el 75 aniversario de la muerte de su creador, don Ramón María del Valle-Inclán. El inventor del «esperpento», que había nacido en Villanueva de Arosa el 28 de octubre de 1866, murió en Santiago de Compostela el 5 de enero de 1936. Desde su muerte, su figura ha ido creciendo día a día. Su obra, censurada despiadadamente por el franquismo, va lentamente consolidándose como una de las más sólidas de la literatura. Si Luces de bohemia tardó cincuenta años en pasar de los papeles a la escena, hoy es considerada como una obra cumbre de la dramaturgia española. Por eso la honramos en la Noche de Max Estrella, que se celebra el 26 de marzo con un recorrido por los lugares más emblemáticos de ‘Luces de Bohemia’. Este año con un especial acento, ya que al cumplirse los 75 de la muerte de Valle-Inclán los devotos de esta peregrinación laica han llevado a cabo un propósito demorado en el tiempo, la Irreal Academia del Esperpento. Un proyecto que fue pergeñado junto a nuestro presidente honorario, de feliz memoria, Alonso Zamora Vicente, y que el 3 de marzo del corriente 2011 ha cobrado vida, al calor del Café Literario Max Estrella de la histórica Librería Fuentetaja, bajo la batuta de Rosana Torres. El 3 de marzo es «El día de Max», porque en esa fecha Valle-Inclán fue testigo del final de Alejandro Sawa, modelo para su trágico héroe.
En este año de celebración, otro miembro de la Real Academia Española, como lo fue Alonso Zamora Vicente, nos honrará con su presencia y su verbo en la Noche de Max Estrella. Darío Villanueva, Secretario de la Corporación y gallego como don Ramón María, estará en la Casa de Correos, donde se halló la celda del Ministerio de la Gobernación en la que se encontraron Max y el anarquista Mateo.
Otro egregio estudioso de Valle-Inclán y también catedrático, Jorge Urrutia, será el encargado de abrir la marcha en el Pretil de los Consejos, lugar de la fechoría de Mateo Morral y en el que Valle-Inclán situó la Cueva de Zaratustra, la librería de la que parte el «via crucis» de Max. Asimismo, otros dos catedráticos, Carlos París y Javier Huerta, Presidente del Ateneo –como lo fue Valle-Inclán– y director del Instituto del Teatro de Madrid (ITEM), respectivamente, estarán en la Docta Casa de la calle del Prado, cerca del «gólgota» final que este año será en la Sala de Columnas del Círculo.
Entremedias, ilustres nombres de la cultura, acompañarán a los peregrinos en las diferentes estaciones del recorrido: la periodista y académica del Esperpento, Rosana Torres; el profesor Fernando Doménech; los actores Juan Diego, Manuel de Blas, José Maya, Gerardo Malla, Chete Lera, Fernando Mercé y Rafael Negrete; los escritores Jesús Miranda de Larra, Ramón Irigoyen y Almudena Grandes; la muy teatral fotógrafa Ouka Leele; los críticos Enrique Centeno y Carlos Gil; los autores Luis Aráujo, Manuel Gómez y Chatono Contreras; los directores Natalia Menéndez, César Barló y José Luis García Sánchez con su «Valle-Inclán», y, en los amenes babilónicos, regidos por la maestra de ceremonias Karola Escarola, figurará, peregrinando desde Galicia, Xerardo Pardo de Vera…, «don Ramón» redivivo. Antes, ante el Congreso de los Diputados y la estatua del otro manco, el de Lepanto, Inés Sabanés, todo un personaje político con arrestos para decir hasta aquí hemos llegado, parlamentará con los peregrinos.
Al final, tras el canto del himno de los bohemios, el «Babilonio», habrá un sabroso chocolate… con churros. Luego, al que Don Latino se la dé Max se la bendiga.