Los colectivos gallegos Festiclown, Culturactiva y Pallasos en Rebeldía firman este comunicado conjunto y muestran su total apoyo al gran artista y cómico Leo Bassi, al tiempo que critican la querella recién interpuesta por abogados ultracatólicos contra Bassi y el rector de la Universidad de Valladolid (UVA), ya que la ven como uno “ataque directo a la libertad de expresión”, derecho fundamental de todas y todos los ciudadanos.
El juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid viene de admitir a trámite la querella contra el rector de la Universidad vallisoletana, Marcos Sacristán, y el actor Leo Bassi por “delitos contra los sentimientos religiosos, injurias y calumnias”, presuntamente cometidos en octubre de 2010 cuando Bassi representó, previo acuerdo con el centro educativo, una parodia de Juan Pablo II y consagró preservativos que distribuyó en el paraninfo de la UVA.
Presentada por una asociación de abogados ultracatólicos y una plataforma de la misma ideología, la querella cita como testigos a profesores y alumnos que previamente “alertaron” el rectorado de que en el espectáculo «podrían cometerse delitos perfectamente tipificados en el código penitenciario». La jueza, que observa indicios de delito “en el caso del actor en grado de complicidad”, decretó la apertura de diligencias y ordenó a la policía judicial que averiguara el domicilio de Leo Bassi.
Para el Festiclown, Culturactiva y Pallasos en Rebeldía este hecho es “más propio de una sociedad dictatorial que de un Estado democrático” en el que la libertad de expresión es un derecho que alcanza al conjunto de la ciudadanía. Con la “connivencia” del sistema judicial, los denunciantes se escudan en un vacío como es lo de los sentimientos religiosos para “atacar” directamente los de quien les molesta, Leo Bassi.
El gran cómico se ve, de nuevo, atrapado por unas redes que se “echan siempre sobre los mismos”; sobre los que hablan sin trabas de la sociedad, los que la critican, de los que ponen en tela de juicio los pilares de un sistema social anquilosado en el terror y en el recorte de libertades, que los denunciantes defienden con uñas y dientes; afirman los colectivos firmantes de este comunicado.
Dichas entidades aplauden, una vez más, la valentía de Leo Bassi y también del rector de la UVA quien, consciente del vuelo de los “más carroñeros”, aprobó y programó el espectáculo. El teatro tiene que poder ser teatro, tiene que poder criticar, como manifestación cultural que es, a la sociedad que lo produce y a la que va destinado, o es que… ¿ahora no se puede hablar?
