El jazzman Stanley Jordan homenajea a Lindegaard en Getxo
El festival de Jazz de Getxo organiza anualmente un concierto homenaje a Pio Lindegard, el que fuera uno de sus principales colaboradores desde su primera edición. En esta ocasión, será Stanley Jordan el encargado de tal fin, en un concierto que se celebrará el 9 de abril en la escuela de Música Andrés Isasi de Las arenas.
El artista de Chicago es el máximo exponente del tapping, una compleja técnica que permite reproducir el sonido de varias guitarras y obtener sonidos similares al piano.
Stanley Jordan (1959, Chicago) alcanzó la popularidad en el mundo del jazz y del jazz-fusion por ser el músico que más ha desarrollado el tapping, consistente en pulsar las cuerdas de la guitarra con ambas manos. Si bien no es el primer artista en utilizar esta técnica, Jordan ha conseguido llevarla a extremos de uso exclusivo en su producción musical y a conseguir armonías complejas y sonidos de gran pureza.
Su andadura musical se remonta a la década de los 80, cuando, tras graduarse en Música y Armonía en Princeton, comienza a tocar en las calles de Nueva York y Filadelfia para ganarse unos dólares. Pronto se hizo popular en la escena urbana, y el boca a boca llevó a Bruce Lundvall, ejecutivo del sello Elektra Records, a ofrecerle un contrato que Jordan rechazó. Poco después, y ya con Lundvall al frente de la mítica discográfica Blue Note, el artista acabaría por aceptar la propuesta.
En esa época Jordan desarrolla todo su potencial, convirtiéndose en un virtuoso de las seis cuerdas capaz de obtener sonidos de complejidad orquestal. En 1982 graba su primer álbum, “Touch Sensitive”, al que le sigue en 1985, «Magic Touch», que resulta un gran éxito y obtiene dos nominaciones a los premios Grammy, además de permanecer 51 semanas en las listas Billboard de jazz y ser disco de oro en Estados Unidos y Japón.
Después vendrían trabajos como «Flying Home» (1988), «Comucopia» (1990), «Stolen Moments» (1991), «Bolero» (1994), «The Best of Stanley Jordan» (1995), «Stanley Jordan Live in New York» (1998), «Dreams of Peace» (2004) y «State of Nature» (2008), con los que consigue otras dos nominaciones para los Grammy. A pesar de su potencial, Jordan no se prodiga demasiado en conciertos y, desde finales de la década de los 90, se ha apartado de la industria musical para investigar en el ámbito de la musicoterapia.