Plantar la danza
No pasó desapercibida la imagen que los miembros de la Asociación de Profesionais da Danza Escénica Galega (DANESGA) nos dejaban el pasado año en su movimiento de protesta por la situación de abandono institucional que atravesaba el sector, a la espera por aquel entonces de una dirección para el joven Centro Coreográfico Galego (CCG) que tantos impulsos había estado ofreciendo desde sus comienzos a artistas emergentes. Con los pies simbólicamente enterrados, bailarines y coreógrafas venían a decir: «nos plantamos y seguimos recogiendo firmas». Esto pasaba más o menos hace doce meses, el 27 de abril, dos días antes de la conmemoración del Día Internacional de la Danza que se celebra cada 29 de este mismo mes.
En aquel momento, los profesionales del sector recalcaban el auge del mismo a pesar de la ausencia de apoyo y atención institucional. En su denuncia DANESGA argumentaba el aumento del volumen económico del sector de la danza, así como el aumento de la calidad de las propuestas y también de su pluralidad. Prueba de ello era la exportación de trabajos en festivales fuera de la comunidad gallega, la obtención de premios internacionales y en general, un reconocimiento exterior a una apuesta por el riesgo que siempre supone la mezcla de lenguajes y la experimentación.
En estos días, la plataforma de profesionales de la danza escénica de Galicia ha vuelto a recalcar la buena salud de la creación de esta zona oeste, ha vuelto a recordar la presencia internacional de compañías gallegas y ha vuelto a rememorar el aumento de empresas dedicadas a la danza, pero también ha seguido denunciando por segundo año consecutivo (y me temo que otros años le seguirán) el deterioro que se sigue «auspiciando» desde las instituciones. Es curiosa la capacidad de renuencia de los proyectos a la extinción.
En estos días, DANESGA también ha hecho público el manifiesto que se leerá el 25 de abril en un acto organizado por el colectivo previo a la I Muestra de Danza de Galicia, en la que participan 37 compañías. En este manifiesto, los profesionales siguen denunciando por segundo año consecutivo: «la falta de publicación por parte de la Axencia Galega das Industrias Culturais (AGADIC) del Plan del Centro Coreográfico Galego; la falta de rigor y transparencia de las audiciones del Centro Coreográfico Galego -al no haber sido publicadas las listas de los admitidos y los excluídos en las celebradas en enero 2011- y la falta de correspondencia de las subvenciones para producción convocadas por con la realidad del sector».
Ante esto sólo quedan dos opciones: o la destrucción o deterioro mediante explosión o incendio de los organismos públicos –cosa absolutamente descartada por su contenido violento y poco constructivo- o seguir insistiendo con asaltos de danza y calidad.
Un trabajo por la normalización y la dignificación de la danza es el que ahora continúa la nueva directiva de DANESGA -que encabezan Nuria Sotelo junto Marta Alonso y Ruth de la Huerga en representación de decenas de socios y socias- y que este lunes celebra también un «hecho histórico» para la danza contemporánea hecha en Galicia. Este hecho es la función número 100 del espectáculo «Ven» de la compañía La Macana, formada por Caterina Varela y Alexis Fernández. Varela, Fernández, Nuria Sotelo, Estela Lloves, Javier Martín, Carlota Pérez, Mónica García…forman parte de una larga lista de nombres que han ido sembrando y, muy lejos de plantarse, siguen enraizándose y ganando terreno para recoger sus frutos que las autoridades competentes han de saber cuidar.
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