Mecenas particulares
Conseguir financiación. Crear espectáculos. Compartir espectáculos. Captar público. Estos son algunos de los pasos necesarios para sacar adelante un proyecto escénico y permitir que los proyectos se desarrollen con normalidad en el futuro gracias a la creación de ese público que sabemos que existe pero nunca sabemos donde se encuentra.
El 29 de abril la actriz Helen Bertels estrenaba en el Teatro Ensalle de Vigo «Wir Frauen», en coproducción con La Tía Mardalina. «Wir Frauen» habla de nuestras mujeres, de esas mujeres que llevamos dentro y que vemos a nuestro alrededor, de sus miradas, de su forma de estar en el mundo, de sus contradicciones, de su capacidad de sacrificio, de su autoexigencia, de su necesida de hacerlo todo, de su necesidad de perfección, de su actual emancipación, de ser más o menos algo… «Wir Frauen» es un espectáculo unipersonal que se suma a las múltiples propuestas que aparecen en el mapa gallego por parte de jóvenes creadores y creadoras con interés en la mezcla de lenguajes.
«Wir Frauen» es un trabajo más o menos sencillo, más o menos sobrio, más o menos teatro-danza, con recursos atractivos por parte de la actriz, con hallazgos más o menos impactantes y más o menos originales en lugares más o menos comunes. La propuesta de Bertels es además interesante por estar integrada dentro de www.verkami.com.
Verkami es una plataforma que permite financiar de forma directa proyectos con la suma de aportaciones individuales. Así, una vez la persona responsable de un trabajo lo presenta, tiene cuarenta días para recaudar la financiación necesaria. Por su parte, los posibles mecenas pueden ver la evolución del proyecto, elegir una recompensa y su aportación –que solo se efectuará si se consigue la cantidad establecida inicialmente-.
Para «Wir Frauen», medio centenar de personas –entre las que intuyo allegados y reconozco nombres habituales del ámbito escénico- hicieron posible reunir los 1.085 euros de los 1.000 que se solicitaban. Por otro lado, entre los 31 proyectos que actualmente buscan apoyo, se encuentra la compañía gallega Funboa Escénica, formada por Paulina Funes y Cristina Balboa con su «Oisseau Rebelle». A Funes y a Balboa les quedan 20 días para reunir los 1.000 euros que deben conseguir para alcanzar su objetivo. En estos momentos rozan los 600 euros.
En esta visita por la superficie de la democratización del mecenazgo, donde no tienen por qué resonar Médicis ni Rockefellers, me viene a la cabeza la clown argentina Silvana Tomicic a la que conocí junto a su hijo en un festival de Latinoamérica. Para poder costearse el viaje, Tomicic solicitó ayuda económica a sus vecinos y vecinas ofreciéndoles un espectáculo y la difusión en el exterior sobre Junín, su ciudad. La respuesta fue positiva: ella llegó al festival y yo llegué a saber en qué lugar del mapa se encuentra Junín. Implicarse para que se impliquen contigo.
Todos podemos ser más o menos mecenas, más o menos solidarios, estar más o menos implicados. Lo ideal entonces sería que el protectorado de las artes fuese tan normal como la masa de gente que se asocia a un club deportivo. Y lo ideal sería también que el protectorado estuviese formado por perfiles variados de la ciudadanía y no mayoritariamente por los propios artistas en su afán más o menos solidario. La cuestión vuelve a ser entonces una de las del principio: conquistar al público. Pero eso, ¿cómo se hace?