Rebel delirium

¡Valientes!

«Discombobulated», o sea, desordenado, que crea confusión. Este es el título del espectáculo que dirige el vizcaíno Aitor Basauri y que se puede ver en la sala Brewery de Bristol hasta mediados de agosto. Los intérpretes son la catalana Mercè Ribot y el inglés Angus Barr. Los tres han creado este espectáculo, una comedia disparatada que se sitúa en un control de maletas de un aeropuerto, en donde los dos actores interpretan el papel de guardias de seguridad. Fresca, divertida, ágil y loca. La obra no es nada más que eso, un sinfín de situaciones cómicas que se originan a partir de lo tonto que puede llegar a ser un control de aeropuertos. La obra contiene todos los elementos clásicos para reírse a caracajada limpia. El trabajo gestual y la ridiculez de las coreografías y movimentos son perfectos. Puede que le falte un poco más de ritmo en algunos momentos, la clave es que éste sea trepidante o delirante, y aún no lo es.

El texto de esta obra lo han construido los dos actores y el director, en equipo, algo bastante habitual en este tipo de piezas. Se trata de que cada uno aporte ideas, situaciones, experiencias personales, etc. Culaquier tipo de material puede ser útil y puede servir para crear la dramaturgia. El público se identifica con lo que está viendo puesto que conoce las situaciones y le resultan familiares. La gracia está en la ridiculización de estas escenas que pueden derivar hasta lo más absurdo. Reírse de un mismo, esta es la base del espectáculo y la audiencia enseguida queda enganchada. El género cómico tiene una larga tradición aquí en Inglaterra. La gente se ríe, participa y disfruta con lo que ve. El público conoce los códigos y las liturgias y se pone en situación nada más sentarse en la butaca. A uno le puede gustar más o menos, pero lo cierto es que los cómicos de aquí dominan la técnica a la perfección. Y Basauri parece uno de ellos.

Aitor Basauri llegó a Inglaterra en 1994, después de formarse en el Instituo del Teatro de Sevilla y en la escuela de Philippe Gaulier. Este actor y produtor tiene su propia compañía «Spymonkey» y rueda sus espectáculos por todo el mundo. Recomiendo la lectura de una entrevista que le hizo el director de la revista «El mundo del espectáculo teatral» (número 64 julio-agosto 2011). Basauri habla claro, algo que se agradece, y dice: «En España todo es «arte» y el arte es aburrimiento. Nosotros lo que queremos hacer es entretenimiento y ganar dinero. En Inglaterra no les da vergüenza ganar dinero con el teatro». Y continua, «En el Reino Unido la diferencia o la cualidad es que hay industria del entretenimiento que permite que sea muy posible que un actor pueda vivir de actuar».

Es cierto, en Inglaterra hay industria teatral. Y cuando hay industria se usan palabras como «giras», «amortización», «creación de puestos de trabajo», etc. Es bueno que haya industria teatral, no pasa nada. Dentro de esa industria habrá productos buenos y malos, como pasa en todas partes, por cierto. Que la gente se gane la vida con productos comerciales está mal visto en determinados ambientes teatreros peninsulares y esto es un error.

Mercè Ribot ha trabajado en pequeños papeles dramáticos y esta es la primera vez que se enfrenta a un papel principal. Sin lugar a dudas, pasa la prueba con nota. Pronto empezará otro nuevo proyecto, esta vez junto a Patricia Rodríguez, una actriz asturiana que también está afincada en Londres. Ambas llevaran a escena un texto del joven autor catalán Roger Simeon. A finales de agosto empiezan los ensayos.

Mercè, Patricia, Aitor … ejemplos de gente teatrera que se lo está currando en el país de Shakespeare. ¡Valientes!


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