La ‘Aproximación al Misteri de 1709’ congrega a mil personas en la clausura del Festival d’Elx
El XVI Festival Medieval d’Elx puso punto y final ayer a una semana de espectáculos y actividades con dos conciertos que acercaron desde diferentes puntos de vista la música del medievo. Más de 1.300 espectadores volvieron a arropar, una jornada más, las propuestas musicales del Festival que se desarrollaron en dos escenarios únicos de la ciudad como la emblemática Basílica de Santa María, y el descubrimiento de un nuevo escenario como el Claustro del Convento de la Merced, antiguas Clarisas. «Aproximación al Misteri de 1709» fue el primer concierto de ayer martes 1 de noviembre que se celebró a las 18:00 horas en la Basílica de Santa María con motivo del décimo aniversario de la declaración del Misteri d’Elx por la UNESCO, como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. De esta forma se volvió a poner en escena el proyecto musical «Consueta de 1709», estrenado en la edición 2009 de este Festival. Alrededor de mil personas pudieron disfrutar de las variaciones para órgano compuestas por el virtuoso Marcel Pérès, que estuvo acompañado por la Capilla y Escolanía del Misteri d’Elx. Una gran actuación que consiguió transmitir este impagable testimonio que se extiende hasta nuestros días, y que forma parte de la historia viva e inseparablemente de la ciudad ilicitana.
Por la noche, un marco incomparable como el Claustro del Convento de la Merced acogió por primera vez un concierto, revelándose como un escenario único para este tipo de propuestas. Así lo pudieron comprobar las más de 300 personas, que en dos pases a las 20:00 y 21:30 horas, no quisieron perderse la actuación más intimista del compositor, intérprete y productor Luis Paniagua, que estuvo acompañado en el violín por la prestigiosa solista canadiense Farran Sylvan, armonizando adaptaciones e improvisaciones en directo. Su concierto «El Cielo en la Tierra» fue la recuperación de la lyra como instrumento singular, que conjugó a la perfección la música de Occidente y Oriente, sonidos del Mediterráneo antiguo, modernos y de otras culturas ancestrales.
Se culminan así seis intensos días en los que el XVI Festival Medieval d’Elx ha inundado todos los rincones de la ciudad de la pasión por la música, la magia del teatro, la emoción de los espectáculos al aire libre, la risa de los más pequeños, la evocación de otros ritmos y culturas y el deleite de perderse en las calles o retroceder en el tiempo de la Edad Media.