Treinta años, no se cumplen todos los días. Por eso, los reponsables del Festival Internacional de Títeres de Bilbao han dedicado más de dos años de esfuerzos para poder conseguir una gran inauguración de esta edición especial y han conseguido que sea con una de las mejores compañías de títeres del continene asiático, la koreana Hyundai Puppet Theatre. Será la primera representación que esta veterana formación ofrezca en el Estado español, presentando ‘The Puppet City’, un musical sin palabras realizado con títeres de diversas modalidades. Aquí las marionetas ejecutan asombrosas danzas tradicionales de Korea y también pasajes musicales de Occidente. Preciosistas trajes de Oriente toman el protagonismo junto a danzas rituales de Korea en un espectáculo multifacético en el que no faltan algunos títeres realizados con materiales reciclados junto a números excepcionales de Elvis Presley y Abba de teatro negro que dejan boquiabiertos a espectadores de todo el mundo. Hyundai Puppet Theatre es una compañía con medio siglo de trayectoria. Yong Suk Cho, su director, ha sido considerado por la prensa especializada como el «Jim Henson» koreano, debido en gran parte a su gran trayectoria en la televisión. Su calidad artística le ha llevado a visitar numerosos países.
¿Cómo y por qué te iniciaste en el mundo los títeres?
Hyundai Puppet Theatre comenzó como compañía de marionetas para televisión en 1961 en la KBS, que es la televisión pública Koreana. En aquel tiempo, mi hermano mayor lideraba Hyundai Puppet Theatre. Trabajaba como periodista y su trabajo con las marionetas se había convertido en el negocio familiar. Con este trasfondo, siendo el quinto de la familia, mi carrera-para-toda-la-vida estaba marcada. A pesar de la terrible situación económica en Korea, en este periodo de tiempo, las marionetas adquirieron una gran fama en el país, ya que las marionetas por televisión no estaban destinadas únicamente a los niños sino que eran un entretenimiento de moda para toda la familia. Conocí a mi mujer ahí, y mi hija continúa con el negocio familiar.
Estos cincuenta años de marionetas en Korea son la historia de mi familia.
¿Cómo se ha desarrollado en arte de los títeres en este medio siglo?
Cuando HPT comenzó a trabajar en televisión, lo hacíamos con marionetas. No se podía grabar el show, de modo que había que dar vida a esta sofisticada marioneta en directo. Más incluso, siendo un programa de televisión como era, tenía que cambiar continuamente los muñecos y los estilos. No era sencillo, pero creo que es a través de este trabajo que mejoró sustancialmente HPT. En los setenta, la compañía trabajó en telenovelas de gran formato así como en dramas históricos donde había muchos personajes. Esto requería técnicas avanzadas, como suaves superficies para las caras, así como unos ojos, boca, cuello, brazos y piernas realistas. Estos trabajos fueron los programas de televisión más populares. Sin embargo, también trabajamos con títeres de máscara utilizando efectos especiales para televisión que también gustaban mucho. En los ochenta, la televisión en color introdujo la técnica del Chroma-key, que nos permitía investigar con varios efectos. La popularidad de los títeres de máscara nos llevó, incluso a trabajar en la creación de personajes para diversas producciones, entre ellos, la mascota de los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988. En los noventa hicimos mucho títere de guante, con los que era posible expresar todo tipo de emociones y actuación detallada. Nacían así los programas para públicos infantiles. Este es un repaso cronológico en lo que a los títeres en televisión se refiere. Los titiriteros pueden ser muy creativos al trabajar en televisión en tanto que no pueden dejar de desarrollar ideas y técnicas y estar atento a la actualidad. Además, en televisión el orden ha sido marioneta, varilla, títere de máscara y títere de guante, mientras que en el escenario el orden ha sido varilla, dedo, máscara y guante.
¿Cómo ha sido tu relación con los títeres?
Tengo un títere que lleva conmigo treinta años. Es una bella mujer que toca el saxofón, que me acompaña en cada función. La modifico y reparo continuamente, pero el mecanismo básico y su utilización son los mismos que al principio. Me siento como un padre cada vez que creo un títere, pero este es especial, que lo siento como un amigo de los viejos títeres. Es como revivir los tiempos que hacía títeres para televisión, pero mis títeres ahora actúan en teatros y son más como amigos.
¿Cuando ves un títere, qué es en lo primero que te fijas?
La expresión, por supuesto. Lo primero es la expresión y luego el problema de establecer el mecanismo y su desarrollo. Si es una marioneta, por ejemplo, difiere el mecanismo especialmente para actuar.
¿Y cuando diseñas un títere?
Por supuesto, el personaje. Una vez que he establecido la personalidad, puedo diseñarlo. Si se trata de un títere rudo, drástico, el diseño será atrevido, mientras que si se trata de un personaje dulce, me empeño en imprimirle un aspecto bondadoso a través de las líneas, materiales, y colores suaves.
¿El títere es el mejor actor?
Sí. Una vez oí de un actor que quería dedicarse también a los títeres y que se quedaba hasta tarde en el teatro para construir uno. Un día el director del teatro se le acercó y le preguntó: «¿Por qué no te dedicas a dominar la función y luego te inicias en el arte de los títeres?», lo que quiere decir que ser titiritero puede ser muy difícil en términos de actuación a través del desarrollo de la empatía con los títeres, a pesar de ser un buen actor. Ser titiritero es crear otro yo en el títere. Éste es capaz de hacer cualquier cosa que uno imagine en el escenario, puede hacer cualquier variación en un ser trascendente. El títere ha sido un dios en el pasado, una sátira clownesca durante la Edad Media y, actualmente, puede ser un amigo. Tiene un valor infinito e inmortal para la humanidad.
¿La tradición ha de ser la base de la modernidad?
Sí, pero la tradición no debería quedarse como tal. Todo tipo de arte tiene como base la tradición, pero cada uno ha de potenciar su creatividad aportando teorías e ideas propias. Si persistimos en crear espectáculos utilizando estilos interpretativos del pasado, no satisfaremos a los espectadores. Creo que es importante respetar la tradición pero también respondo a la demanda de los espectadores modernos y a la moda.
Entrevista realizada por Borja Relaño y publicada en el Suplemento especial de la Revista ARTEZ por el XXX Festival Internacional de Títeres de Bilbao.