El actor y clown del prestigioso Cirque du Soleil, Juan Carlos Muñoz Navarro, realizará su último curso de Clown Gestual en el Centro Municipal de Deusto en Bilbao, entre los días 26 al 30 de diciembre y en la la Escuela de Teatro Asura de Madrid, entre los días 2 y 5 de enero. El curso, orientado al público en general, abre la puerta al descubrimiento de las vulnerabilidades individuales como herramienta creadora.
El curso destaca el proceso pedagógico de lograr que los alumnos consigan hacer pasar las emociones a través del cuerpo sin emplear la palabra, un desafío que busca crear partiendo del vacío, desde la nada, para llegar a impulsar una idea y convertirla en una creación clownesca.
Se dice que la nariz roja es la máscara más pequeña, la que separa al Clown de la persona que es, la que lo defiende de la vulnerabilidad de que se rían de él. Es la vulnerabilidad la esencia del Clown. ¿Pero quién está detrás de él, es el actor o es la persona? Al respecto, Juan Carlos Muñoz Navarro señala que “para ser un clown lo primero es ser una gran persona”, así describe este actor y Clown del Cirque du Soleil, lo que sería lo esencial para llegar ser un gran clown, una frase inspirada por los maestros del clown. “Ser una gran persona” se refiere a ser concientes de nuestros defectos, tener la capacidad de jugar con las debilidades personales, las que en la vida real son un defecto, en el escenario se transforman en una fuerza teatral. El desafío es romper con los prejuicios que tenemos para volver a reconocernos como somos, puntualiza Muñoz Navarro.
El también director de teatro prepara las últimas actuaciones y talleres de clown en España antes de integrarse al Cirque du Soleil. Al respecto, señala que los contenidos de los diferentes cursos que realiza son muy similares a los empleados en el proceso de selección del Cirque du Soleil, lo cual fue una grata sorpresa para él puesto que venía realizando una labor similar durante mucho tiempo “por eso no fue difícil para mi superar las 9 horas de pruebas”, indicó. Lo que destaca Juan Carlos Muñoz de los cursos es el trabajo del cuerpo, la acción sobre la palabra, el trabajar desde la nada para llegar a construir, se trata de una construcción personal a nivel creativo donde muchas veces “menos es más”, algo que para algunos cuesta interiorizar. Lo interesante en este proceso pedagógico es el trabajo de hacer que las emociones pasen a través del cuerpo sin usar la palabra, algo que de pequeños lo tenemos interiorizado ya que es el gesto la primera forma de comunicación que el ser humano explora, y es con la educación cuando surge la palabra.
Para los alumnos, los cursos permiten el experimentar hasta donde pueden llevar su locura partiendo de su propio ser, de sus vulnerabilidades personales, del manejo de las emociones, de atreverse a buscar donde está el delirio. Todo ello se convierte en una fuerza interpretativa que impulsa a la creación desde el vacío, la meta es desarrollar una idea y dotarla de una estructura clownesca, explica Muñoz. A un artista, un deportista o un profesional se le valora de acuerdo a los triunfos, logros o éxitos que consiga, sin embargo en el caso del Clown “la clave del éxito radica en un nuevo fracaso” dice Juan Carlos Muñoz, en referencia a su propio espectáculo de Clown gestual “Baltabarin”, donde su Clown Merrindo es premiado con el aplauso del público ante cada nuevo fracaso vivido por el. “La carrera del Clown es como el vino, mientras más viejo se es, mejor eres, más sabiduría y experiencia logras”, finaliza. Juan Carlos Muñoz realizará sus últimos cursos de Clown Gestual en Bilbao, entre los días 26 y 30 de diciembre en el Centro Municipal de Deusto, Bilbao, horario de mañana. El curso está orientado al público en general. Las inscripciones son en Bilbao Eszena, y en la Escuela de Teatro Asura de Madrid, entre los días 2 y 5 de enero. cupos limitados.
