Antes te gustaba la lluvia/Lot Vekemans/Miguel Ángel Solá
Un Hombre de cuarenta y tantos años, espera en una sala amplia y funcional. Se trata de uno de esos lugares impersonales, verticales y rectilíneos -víctimas de esa arquitectura neo-racionalista postmoderna que no sabe de curvas- que encontraríamos en un aeropuerto, un tanatorio, o en un hospital. También podría ser la antesala de visitas en un centro penitenciario, sino fuera por ciertos elementos acogedores como una cafetera «Nespresso», el dispensador de agua «mineral» o los sofás-módulo que hay a cada lado del escenario. La sensación vigorosa de la escenografía, la aportan las paredes de bloques de hormigón, así como el gran ventanal del fondo, rematado por debajo con una luminaria y un banco corrido también de obra.
Pronto llegara la Mujer a esa cita, aparentemente convocada por los administradores de ese lugar que ellos conocen bien y donde, de nuevo doce años más tarde, vuelven a encontrase. Los dos habían tenido una vida en común; habían compartido todas las vivencias, alegrías y sinsabores que pueden dar ocho años de matrimonio. Pero lo que realmente les convoca allí tantos años después, es la tragedia compartida y revivida por cada cual, durante todo ese tiempo y, en cierta medida, la distribución de la pena. Aunque pudiera parecer, no es aquello del «quien puso más» de las canciones, sino que se trata de comprobar hasta que punto, cada uno de nosotros somos capaces de gestionar nuestras tragedias y la propia vida. Llama la atención la calidad del texto, no sólo por la dosificación de los datos y elementos que conforman la relación de los dos protagonistas; ni por el desarrollo que ambos van ofreciéndonos de cada uno de sus personajes; ni siquiera por algunos momentos especiales de comicidad o de ternura. A mi modo de ver, lo que valida el texto definitivamente, es la gran habilidad para salvarse del melodrama, junto a ese magnífico juego de la diferencia entre la Mujer y el Hombre ante esa tragedia, remarcada por la gran interpretación.
En este «Martirio a dúo», resulta emocionante ver crecer al tiempo y ante nuestros ojos, la función, la historia, los personajes, la relación…, sin la menor concesión a la truculencia: ni músicas, ni ambiente sonoro, ni iluminación (solamente dos cenitales sobre la Mujer, en dos cambios de Acto). Aquí todo es palabra, tono, intención y silencio. Aquí todo es energía compartida, lanzada y devuelta, entre un gran actor como Sergio Otegui (de raza le viene al galgo) y una actriz extraordinaria, como es Blanca Oteyza que, allí arriba sobre el escenario, tira de la función con una maestría tan grande, como solidaria, siendo a la vez la mano larga de Miguel Ángel Solá, magnífico actor y director debutante en esta función, cuyo estreno estatal hemos tenido la suerte de presenciar en el Teatro Palacio Valdés de Avilés.
Antes te gustaba la lluvia. Autora: Lot Vekemans. Dirección: Miguel Ángel Solá. Producción: Loquibandia y Concha Busto. Estreno: Viernes 2 de diciembre de 2011. Teatro Palacio Valdés de Avilés