La compañía Calamar Teatro representa este viernes dentro de la campaña escolar y el sábado para público en general la obra ‘La cama voladora’, una producción que se adentra en el mundo de los cuentos de hadas. Danza, teatro y títeres son los componentes artísticos que utilizan para contar una historia basada en un relato tradicional de Islandia.
La función, especialmente indicada para niños desde los tres o cuatro años y para público familiar en general, cuenta con música expresamente compuesta por Germán Díaz. Contiene todos los ingredientes de los cuentos tradicionales nórdicos, lo que siempre se ha llamado cuentos de hadas. La directora de la obra, Natalia Wirton, lo califica como «un cuento tradicional, muy dulce y poético»
Como técnicas en la utilización de los títeres se utiliza el bunraku, las sombras chinescas y otros títeres que son muñecos que son manipulados con el actor detrás. «Es el actor desdoblado en muñeco», añade Natalia.’La cama voladora’ relata la historia de un príncipe que se pierde en el bosque. Una malvada trol, un cisne encantado, el huevo de la vida, palabras mágicas y la cama voladora son otros componentes de la función.
Los cuento de hadas les parecen atractivos a los integrantes de Calamar Teatro «por el mensaje que encierran, muy positivo para la educación del niño, y porque son interesantes las metáforas que encierran», explica la directora del montaje. Y cita al autor de ‘Alicia en el país de las maravillas’, Lewis Carroll: «Dijo que lo más interesante de los cuentos de hadas es que enseñan a los niños el sentido de la vida, que en realidad es un crecimiento, tener gusto por vivir y crecer en ella, superarse, ser cada día mejor. ‘La cama voladora’ empieza con un niño que se pierde en el bosque y ahí se inicia un camino de iniciación a la vida».
Calamar Teatro es una compañía de Valladolid que también trabaja con artistas de Madrid y de Cataluña. Realizan espectáculos de danza, de títeres y de texto para niños. «Intentamos dar nuestro sello personal que es hacer obras poéticas, con la estética y el trabajo musical muy cuidados», dice Natalia Wirton.
