En cartel

Regina José Galindo presenta la performance ‘Piel de Gallina’ en Artium

El viernes, 27 de enero a las ocho de la tarde, la guatemalteca Regina José Galindo realizará la performance ‘Piel de Gallina’ con la que se inaugura la muestra homónima en el Museo ARTIUM de Vitoria-Gasteiz y que se podrá visitar hasta el 1 de mayo próximo. Durante toda la inauguración, la artista permanecerá encerrada en un frigorífico mortuorio que el visitante puede abrir para comprobar los cambios que el frío provoca en su piel.

La piel de gallina es una manifestación humana producida por estímulos externos como el frío o internos como la emoción, por la cual el musculus erector pili, curiosamente también llamado «músculo horripilante», se contrae y se eriza el pelo. Este título nos remite a la literalidad de la emoción suscitada por las obras de la artista, pero también a la propia piel, a lo matérico y a lo humano de su trabajo.

Piel de gallina es un viaje de la palabra a través del cuerpo, un viaje que se articula a través de cinco salas, despertando el musculus erector pili en el espectador.

El primero de los ámbitos responde a la elocución, a un concepto de discurso en el que la palabra se erige en protagonista de la obra, comenzando por Lo voy a gritar al viento, de 1999, donde la artista se colgó de un puente de la ciudad de Guatemala para gritar públicamente sus poemas.

De aquí pasaremos a un espacio dominado por la metáfora, donde se nos muestra la Regina más poética, a través de una serie de obras en las que el cuerpo de la artista se desdobla en una suerte de álter ego para ponerse en la piel del otro alterado, del sufriente, del otro sometido a la injusticia. En este apartado ya comienzan a entrar en juego conceptos clave en el ámbito de la performance como la melancolía: la asociación entre identidad, melancolía, repetición y performance.

Al pasar a la siguiente sala nos adentramos en la Regina más carnal, o más bien más descarnada. Una serie de piezas donde la fisicidad de la tortura nos acerca al trauma de la muerte de uno mismo, asociado con la muerte de los otros.

El espacio central nos habla de la superación de algunos traumas históricos a partir de una reconstrucción ficticia en torno a la Bienal de Venecia. Galindo ha sido seleccionada para mostrar su obra en esta muestra en cuatro ocasiones, y su trabajo le llevó a ganar el prestigioso León de Oro. Una reproducción de este, realizado con posterioridad, articula la sala desde su posición central, a fin de plantear toda la serie de cuestionamientos que el hecho de participar en esta Bienal en concreto conlleva, el cambio radical que la participación de un artista en este tipo de eventos representa para su trayectoria, así como la serie de contradicciones que esto implica.

Finalmente, el último ámbito se centra en el concepto de «transmisión», en depositar parte de la acción en «el otro», ese «otro» como agente activo, bien como el vehículo sobre el que recae directamente la acción, como un personaje más de la trama –entendiendo trama como acción artística–, o como agente sin el cual dicha acción permanecería totalmente desactivada.

Aquí se encuadra también la performance que la artista realiza bajo el título homónimo Piel de gallina, en el que permanecerá durante toda la inauguración en el interior de un refrigerador mortuorio, y los espectadores podrán abrir la cámara en cualquier momento y contemplar el proceso de transformación de su piel provocado por el frío. Esta acción será grabada y posteriormente mostrada como una pieza más de la exposición.


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