Incendiaria en combustión

Faringitis aguda

La actriz se queda sin voz. Es una mujer fuerte, capaz de llevar tres trabajos al mismo tiempo, capaz de estar en varios montajes al mismo tiempo, capaz de sobrevivir de cinco formas diferentes al mismo tiempo, pero no es inmune a los virus ni a las bacterias que le provocan una faringitis implacable y se queda sin voz. Podría haberse quedado sin un brazo, sin una pierna o sin sentido, pero se ha quedado sin voz.

La actriz tiene una función ese mismo día pero no tiene voz para trabajar su texto. La actriz recibe una voz imperativa que le recrimina que quedarse sin voz es una falta de profesionalidad y que la única razón por la que podría dejar de hacer su función sería estando en un ataúd (e incluso así, seguro que podría hacer algo creativo con su cuerpo aún caliente). Y la actriz asume la orden y la recicla junto al resto del equipo readaptando su rol concentrado en lo físico. La actriz se adapta. Sus compañeras se adaptan. El equipo se adapta. Es eso o es aceptar un agravio económico que tendrán que asumir con el dinero que todavía se les adeuda de otras funciones realizadas a viva voz. Se adaptan. Después de todo, su trabajo no es la repetición, es estar en el aquí y el ahora, la adaptación constante, la creación permanente.

«Serendipia: descubrimiento inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta…» El pensamiento positivo lleva a la actriz a pensar que los problemas y los errores conducen siempre hacia algo mejor. Pero también piensa entonces en que su condición humana no le sirve de nada. Para la actriz solo sirve lo «sobrehumano». Tiene el certificado médico pero no le sirve de nada. Piensa en los derechos de los trabajadores y las trabajadoras en estos tiempos de «contrarreformas», cada vez sobre un papel vez más mojado que no vale de nada. Piensa en cada vez que le preguntan: ¿y en qué trabajas? Y piensa en que cada vez que responde: «soy actriz» todavía le espetan eso de: «pero, ¿de qué vives?». Y lo confirma: si no es sobrehumana, sí que está fuera del mundo.

Ha pasado el Día de la Mujer Trabajadora (8 de marzo). Ha pasado el Día de la Mujer Trabajadora y la actriz sigue sin voz pero con más fuerza que nunca. La actriz ha cumplido con su función y durante su adaptación ha encontrado algo nuevo: su personaje ha encontrado lo innombrable. Detrás de una actriz con faringitis el personaje ha descubierto que se ha quedado mudo por el dolor, que su impotencia es tan grande que las palabras no le valen de nada. Ya solo tiene poder de acción y lo aplica para no perder su sentido.


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