‘Prometeo Hot Dog’/Carme Teatre
¿Ser iguales a quién?
Hace tres temporadas, la compañía valenciana Carme Teatre ya nos sorprendió con su magnífico ‘Antígona 18100-7’, un espectáculo con un discurso escénico realmente brillante, construido con una inteligente e imaginativa lectura de la teatralidad. Si entonces fue Antígona, icono en nuestro ideario colectivo de la rebelión frente a los absolutismos y la tiranía, ahora con ‘Prometeo Hot Dog’, toman el símbolo de la inteligencia humana, aquel que robó el fuego a los dioses y lo entregó a los hombres dándoles con él la inteligencia, la consciencia y la laboriosidad, para que pudieran así, igualarse a las divinidades. Por ello, Prometeo fue castigado por Zeus a ser encadenado a una roca en lo alto de una montaña para que un águila le devorara el hígado cada día.
Si fue todo un acierto recuperar el mito de la lucha contra la tiranía, no lo es menos hacerlo con el que simboliza la inteligencia humana, en estos tiempos de crisis y de tanta mediocridad, en los que intenta imponerse el pensamiento único. Todos debemos ser iguales. Pero iguales a quién. Esa es la cuestión. Carme Teatre se pega a los problemas del momento, vuela raso empapándose de realidad, pero lo hace con gran altura de miras y desde una profunda reflexión. Como consecuencia hay ideas, hay compromiso, hay criterio y por tanto sentido y profundidad en su discurso escénico.
Magnífica la dramaturgia y su inteligente juego de desdoblar a Prometeo en dos personajes que tienen el mismo discurso pero enunciado con diferente ritmo, tono e intención por cada uno de ellos. Brillante la puesta en escena, la concepción del espacio y su escenografía minimalista pero cargada de sentido: sus dos montañas de libros, las imágenes de televisión o las proyecciones que marcan las transiciones entre las diferentes partes. Y un trabajo interpretativo verdaderamente sobresaliente. Contenido, rotundo, con dominio del ritmo y bien medido.
El planteamiento de ‘Prometeo Hot Dog’ no es fácil, ni simple. Hay cierta complejidad que exige un esfuerzo del público. Pero su complejidad tiene algo de magnético. No solo porque nos atraiga visualmente, sino porque nos va atrapando, va creando expectación ante lo que sucederá después. Y lo que sucede abre otra nueva expectativa ante lo que vendrá a continuación, hasta desembocar en un estallido de confusión de imágenes y sonidos, desasosegante, pero enormemente atractivo.
Joaquín Melguizo
Publicado en Heraldo de Aragón, 17 de abril de 2012
Obra: PROMETEO HOT DOG
Autor: Aurelio Delgado.
Compañía: Carme Teatre.
Intérpretes: Paco Martínez Novell y Carlos Villuendas.
Audiovisuales: Raúl León.
Iluminación: David Durán.
Espacio sonoro: Jorge Rodríguez Vila.
Dirección: Aurelio Delgado.
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15 de abril de 2012