Hebras lo es todo: una búsqueda, un proceso y un hecho que nunca es definitivo pero es final. Los cuerpos se entrelazan y al devenir… vuelven a estar entrelazados. Décadas de búsqueda de una corporalidad expresiva más allá de las barreras, tratando de encontrar un lenguaje teatral más allá de la literatura: quizás no tengan EL lenguaje, pero ellos lo han encontrado; el suyo.
Hebras demuestra sin intención de demostrar la superación de la barrera oral y literaria en el trabajo, en lo acontecido en escena sucede todo: todas las formas de comunicación posibles entre dos cuerpos que también son mente, pero sobre todo corazón y emoción; la charla dialéctica, las pasiones, las pulsiones, hasta la más mínima y máxima de las emociones, pasos, cambios, alteridades, TODO lo que puede suceder pasa ante el espectador en escena. También entre los propios seres que representan.
Dos cuerpos se mueven, se impactan, se manejan, se acarician, se abrazan, dos cuerpos que, sin rostro, pudieran ser cualesquiera, sólo que mejorados por la intensidad de los entrenamientos corporales. Dos personajes identificables con cualquier identidad, con ninguna sexualidad, que interactúan, esto es todo… Y LO ES TODO. Desde la relación más íntima entre dos vivientes, desde la relación de histeria entre dos poderosos, queda patente las interacciones de los cuerpos más animales: que lo son todos. Desde la chacra hasta panteón. El eterno retorno está de vuelta, de uno de sus incontables, y como eterno, y como retorno, está por no terminar nunca. Y siempre impacta que siga sucediendo, pero pasa, siempre el mismo hecho intacto.
Las respiraciones se transmiten desde el centro, llegan y voltean uno a uno todo el círculo que se ha establecido para los voyeurs, normalmente llamados espectadores. Se pasan de unas a otras, palpitadas y encuentran en la disposición del espacio la representación de la forma geométrica que mejor habla de este hecho teatral… la circunferencia.
Música en directo encandilante, cuerpo en potencia encendida, controlada, el físico entendido como un medio, como un fin, como lo que es; como LA experiencia extasiante, el llanto contenido, el silencio sepulcral al terminar la función. Y después… la humildad.
Con las actuaciones de Roly Dávila y José Luis Urteaga, bajo la dirección de Roberto Sánchez-Piérola, y con música en vivo a cargo de Valeria Valencia y Hebert Bacilio. Hebras es una creación colectiva del Grupo de Teatro CUER2.
Aarón Blanco
