Cuando a la maestra Julia Varley le cuentan que en Europa hay crisis, vuelve su mirada al período especial en Cuba donde no había comida ni gasolina para los carros. «Ahora me dicen que aquí en España hay crisis, mientras veo los escaparates de las tiendas, a la gente entrando en los restaurantes y el tráfico de la ciudad, y pienso: debe tratarse de otra crisis», comenta en nuestro encuentro en la Corsetería de Madrid, con la presencia de sus promotores José Sanchís Sinisterra y Amaranta Osorio. Miradas como la de Julia nos recuerdan que existen realidades planetarias que rayan la pobreza. Y que el teatro tiene muy poco que ver con el dinero; que es expresión antropológica de naturaleza artesanal, de inasible materia de la que están hechos los sueños.
Pues sí, Julia, una guerra más soterrada y maligna que la económica, pero cuya apariencia y puntos de encuentro con el «tener o no tener» está causando estragos. Le contamos a Julia cómo tratamos de reinventarnos y echarle ilusión a la cosa, poniendo empeño en cosas minúsculas y concretas; cómo las mujeres trabajamos en equipo, en red. Pero no es suficiente. Los abrumadores hechos y la política de hechos consumados han terminado por socavar a gentes y proyectos sólidos en este país. Todos los días nos llegan noticias de compañías que tienen que dejar su actividad por impagos; la mayoría de asociaciones de profesionales del sector de artes escénicas han dejado sus locales por retrasos en pagos de las instituciones o por no tener garantizados más ingresos o subvenciones. Compañías residentes como las Marías Guerreras en Madrid, hacen la mudanza. Premios Nacionales de Danza como Teresa Nieto, están a punto de abandonar un partido, ganado y reconocido, extraordinario e identitario de la danza contemporánea, por asfixia. Me vienen a la cabeza algunas noticias de la vida política del país, y no me canso de repetir que vivimos en el mundo al revés. Un mundo, en el que la red de teatros alternativos en su manifiesto de Cultura contra la mentira denuncia el desmantelamiento del Estado de Bienestar o donde nacen nuevas alternativas de financiación como el crowdfunding. La revista Primer Acto dirigida por José Monleón inicia una nueva singladura con peticiones de adhesión y donación a su proyecto editorial a través de la Tahona Cultural. Podemos ser mecenas en: http://www.latahonacultural.com/es/proyecto/37-primer-acto-nueva-etapa/. Me viene a la memoria cuando de niña aprendía a nadar: me encantaba margullar hasta el fondo de la piscina y tocarlo; era mi reto y mi motivación. En cuanto tocaba fondo, sentía que empezaba a asfixiarme y tenía que nadar nerviosamente hacia la superficie.
