Héctor Alterio, Premio Ceres Emérita Augusta en reconocimiento a sus 70 años de profesión
Héctor Alterio debutó en los escenarios en 1948 en Argentina y desde entonces no se ha apeado de ellos. En casi 70 años de profesión, ha interpretado cientos de personajes para la televisión, el cine y el teatro, entre ellos un inolvidable y exitoso emperador Claudio en el teatro romano de Mérida en 2004. Su trayectoria profesional y personal le han hecho merecedor del Premio Ceres 2012 Emérita Augusta que concede el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y que recibirá el próximo día 30 en la gala de entrega de estos galardones, creados por el Gobierno de Extremadura para convertir Mérida en la capital del teatro de España premiando lo mejor de la producción de las artes escénicas del último año.
«Para un actor es muy importante el escenario de Mérida, provoca unas sensaciones muy especiales, y volver a él para recoger un premio de esta naturaleza lo es mucho más. Me siento verdaderamente halagado», declara el actor, quien reconoce mantener un recuerdo muy vivo y emotivo de su paso por el festival emeritense y del aplauso del público que llenó el teatro cada día de función.
Héctor Alterio nació en Buenos Aires en 1929. La capital argentina alumbró sus inicios como actor, primero en el teatro –en 1950 fundó la compañía Nuevo Teatro, que funcionó hasta 1968- y después en el cine, donde cosechó fama y triunfos con títulos como La venganza del beto Sánchez, La Patagonia rebelde, El santo de la espada, La maffia o La tregua. Fue precisamente durante la promoción en San Sebastián de este último título, nominado para el Oscar como mejor película de habla no inglesa, que recibió el aviso de que La Triple A (la Alianza Anticomunista Argentina) había dictado su sentencia de muerte en un comunicado, lo que le obligó a exiliarse en España.
Logró hacerse un hueco en la escena española, debutando en la película Cría cuervos de Saura, trabajo al que sucederían otros muchos con los grandes directores españoles en películas destacadas como Pascual Duarte, Asignatura Pendiente, El nido, candidata al Oscar a la mejor película extranjera, o Semen, protagonizada junto a su hijo Ernesto Alterio.
El reencuentro con Argentina no se produjo hasta una década después de su forzado no regreso. A partir de 1984 reanudó su carrera en su país, donde protagonizó películas como Camila (candidata al Oscar a la mejor película no inglesa) o La historia oficial de Luis Puenzo (ganadora del Oscar en 1985) o El hijo de la novia.
En los últimos 30 años, ha alternado trabajos a un lado y otro del Atlántico, también en televisión –actualmente forma parte del reparto de la serie El Barco- y sobre todo en teatro, con personajes tan aplaudidos como el protagonista de Yo Claudio, bajo las órdenes de José Carlos Plaza, que le trajo por primera vez a Mérida hace ocho años y con el que conquistó a 18.000 espectadores. También su Salvatore de La sonrisa etrusca, uno de sus últimos y más aplaudidos papeles para el teatro.
Héctor Alterio está considerado en la actualidad como uno de los grandes y más queridos actores tanto en España, donde recibió en 2004 el Goya de Honor, como en Argentina, que le concedió en 2010 el Cóndor de Plata a su trayectoria. Es, además, el cabeza de familia de una saga de actores, que completan sus hijos Malena y Ernesto Alterio.