Unicorn Theatre
El Unicorn Theatre de Londres es como el National Theatre, pero dedicado a los niños y a los adolescentes. Por las dimensiones, el presupuesto y el número de espectáculos que produce y exhibe al año, es el teatro líder del Reino Unido en la franja de edad de 2 a 20 años. Distribuidos entre los cuatro pisos que tiene el edificio, el teatro cuenta con dos espacios escénicos y dos salas de ensayo. Esta semana, el equipo artístico ha organizado un showcase para el sector teatral de esta franja de edad que incluía el visionado de los tres espectáculos que tienen en cartel.
El primer espectáculo fue «Dr. Korczak’s Example» (una obra para niños a partir de 11 años), escrita por David Greig y dirigida por Ria Parry. La historia nos sitúa en un orfanato del ghetto de Varsovia en 1942. Su responsable, el Dr. Korczak, tendrá que lidiar con el protagonista de la obra, un niño que acaba de entrar en el orfanato, para quien el sentido de responsabilidad y comunidad está un tanto desviado. El montaje empieza con una primera escena que nos recuerda lo que es el teatro. El narrador va contando la historia del pequeño niño judío que escapa de un policía entre las calles del ghetto. El niño trata de escapar subiendo por una verja, pero de repente el policía saca la pistola y le dispara. El niño cae al suelo fulminado. O sea, tenemos al protagonista muerto al minuto tres. El narrador continúa diciendo que esto es lo que pasó en realidad, pero que aquí se contará una mentira, otra historia. Entonces el niño se levanta y continúa huyendo del policía, como si no le hubieran disparado.
El teatro, esa gran mentira. Hace un par de semanas el director Xavier Albertí inauguró el curso 2012-13 del Instituto del Teatro de Barcelona con una conferencia que vale la pena rescatar (se puede encontrar fácilmente en youtube). Albertí empieza su discurso con una frase de Bernard-Marie Koltès: «Me gusta el teatro porque es el único sitio del mundo donde todo que lo que sucede es mentira». Eso mismo es lo que vimos en la primera escena de «Dr. Korczak’s Example». Me pareció un inicio excelente que enseña a los espectadores en cinco minutos lo que es el teatro.
El segundo espectáculo era «I, Malvolio», un monólogo para niños a partir de 13 años, inspirado en «Noche de Reyes». Provocador, hilarante, clown… Un montaje de Tim Crouch, que por lo que leo es un experimentado artista en el hecho de acercar la figura de Shakespeare a los más jóvenes.
El último montaje que vimos fue «A Winter’s Tale» (Cuento de Invierno), del belga Ignace Cornelissen, basado en la obra original de Shakespeare. Esta obra es para niños de 7 a 10 años y está dirigida por Purni Morell, que a su vez es la directora artística del Unicorn. El montaje es refrescante, inteligente y desenfadado. Tiene aspectos divertidos, que inciden también en la mentira del teatro. El escenario está completamente abierto, no hay separación entre lo que está pasando y el backstage. Los focos, cables, las cajas de la escenografía, todo está visible. Los personajes visten de calle y llevan zapatillas deportivas. En un momento, en medio de una escena, uno de los actores saca unos bocadillos y propone a sus compañeros hacer una pausa. Entre bocado y bocado comentan como va la función. «Oye, ¿te está quedando bastante bien el personaje, no? Es muy real». Y el otro «¿En serio? Bueno, es de lo que se trata, que quede realista». En la escena final, los técnicos aparecen y empiezan a desmontar la escenografía mientras la obra aún no ha terminado. Cuando finalmente acaba, los niños pueden bajar al escenario, charlar con los actores y probar los efectos especiales. Es una obra que te cuenta la historia y te enseña cómo se hace el teatro. Tuve la sensación de ver un montaje que a lo mejor despierta alguna vocación entre los chavales. «Mamá, yo de mayor quiero ser técnico».