El Chivato

La Compañía de Teatro La Ruta denuncia la supresión de una función en Ceutí

La Compañía de Teatro La Ruta ha hecho público un comunicado con motivo de la supresión de la función que debían ofrecer el pasado 15 de febrero en el Auduitorio de Ceutí, en Murcia, de la obra Pernod, de Santiago Cagiga e interpretada por Pedro Segura. Este es el comunicado íntegro remitido por la propia compañía.

La Compañía de Teatro La Ruta quiere denunciar un hecho ocurrido el pasado viernes 15 de febrero

Este viernes pasado teníamos contratado con el Auditorio de Ceutí un bolo de nuestro espectáculo Pernod, de Santiago Cagiga, interpretado por Pedro Segura. Como cualquier otro día de trabajo llegamos al teatro y realizamos el montaje de escenografía e iluminación (en este punto tengo que decir que con la única ayuda de una persona que nos abrió la puerta del teatro y se marchó, quedándonos solos sin un responsable de la sala ni apoyo al montaje). Una hora antes de empezar la función y con todo ya montado, el director del Auditorio, D. Juan Antonio García Cortés, nos informa de que no se ha vendido ninguna entrada y que de seguir así habría que cancelar. Primer error. Si no se venden entradas, y siguiendo la máxima de Peter Brook cuando decía que si no hay público no puede haber hecho teatral, no tiene sentido hacer la función, pero en ningún caso se suspende o cancela. A falta de 10 minutos para empezar la función nos comunican que hay 9 entradas vendidas y nos proponen suspender la función, a lo que nosotros decimos que la Compañía no ha suspendido una función en toda su trayectoria profesional y que nosotros actuamos aunque sea para 1 persona. Pasados 5 minutos de las 9:30, hora prevista de comienzo, las entradas vendidas son 11 y el director del Auditorio nos comunica que ha recibido una llamada de la Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Ceutí, Doña Ascensión Nicolás Abenza, ordenando la cancelación de la función. Segundo y gravísimo error.

En este punto podemos analizar el bajo interés del público en asistir al teatro. Analicémonos primero a nosotros mismos. Es posible que el espectáculo no suscite interés, que no sea atractivo, que no guste a priori. Sinceramente, lo dudo. Tal y como está el mercado, elegimos cuidadosamente los productos que combinan el interés del público con nuestros intereses creativos. Tenemos un referente de la representación anterior con una asistencia de más de tres cuartos de sala llena y el interés firmado de teatros de Albacete y Málaga en contratar nuestra función para el próximo mes, lo cual nos lleva a pensar que un programador que confía en nuestro producto sabe que será del gusto del público de su ciudad. Bien, una vez analizado esto, miremos al exterior: comprobamos que el Auditorio de Ceutí no ha realizado ningún tipo de campaña publicitaria de su programación (salvo un evento en Facebook); no ha hecho ninguna pegada de carteles a pesar de habernos solicitado una cantidad; si miramos hoy la programación en la web del auditorio veremos nuestro espectáculo anunciado, pero hasta la víspera del viernes seguía anunciada la programación hasta diciembre del año pasado; ningún tríptico con la programación, ningún mupi, nada. El motivo que nos dan es que no tienen presupuesto ni para programar ni para publicitar. ¿Cuánto cuesta tener actualizada una web? ¿Cuánto cuesta crear una carpeta de contactos y hacer un mailing informativo? ¿Cuánto cuesta mandar una nota de prensa a los medios de comunicación?

Pero lo grave de este asunto, por encima de esto, lo que nos pareció vergonzoso es que una Concejala de Cultura, desde el sillón de su casa y a través de una llamada de teléfono ordenara la suspensión de un trabajo. Porque eso fue lo que sentimos: esa noche NO NOS DEJARON HACER NUESTRO TRABAJO. Nos piden a las compañías que asumamos riesgos, que trabajemos a taquilla, que les cubramos la programación. Pues bien, lo asumimos. A veces ganamos y otras perdemos. Incluso cuando empieza una función ya sabemos si ese día ganaremos o perderemos dinero. Hemos tenido gastos previos de alquiler de furgoneta, gasolina, dietas, seguros sociales… Y en ningún caso dejamos de hacer nuestro trabajo o lo hacemos con desgana porque la taquilla esa noche no nos llega para los gastos. Es nuestro trabajo.

Es grave que a un teatro asistan 11 personas, pero es gravísimo y vergonzoso que a los responsables de la cultura de un pueblo les de igual, que no publiciten su oferta cultural, que no cuiden el tejido, que se permitan ordenar la cancelación de un acto cuando no son ellos los que arriesgan y pierden, cuando la taquilla, por poca sea, es nuestra fuente de ingresos.

Fdo. Juan Pedro Campoy.

Director de Cía. La Ruta Teatro.


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