I Encuentro de Artistas Escénicos de Murcia
Con unas altas dosis de espontaneidad, el pasado 27 de marzo, con motivo del Día mundial del teatro, se dieron cita más de cien artistas escénicos de la Región de Murcia en el Centro Párraga para celebrar un encuentro y debatir aspectos troncales de la actualidad artística en relación con la viabilidad de los proyectos de teatro, danza y circo, recogiendo las distintas modalidades de cada uno de estos apartados.
A partir de 12 ponencias de no más de cinco minutos cada una, en la que se esbozaron diferentes posturas y focalización de la situación crítica en la que nos encontramos, destacando la necesidad de una profunda renovación del sistema, acentuando los esfuerzos en las exigencias a la administración y en conservar, por encima de todo, el valor cultural y social de las Artes escénicas. A estas microponencias siguió un extraordinario debate en el que se acercaron posturas, se alejaron posiciones, se discutió entro lo aficionado y lo profesional, entre lo gratuito y lo económicamente correcto, entre la presencia de la administración regional y local (que brilló por su ausencia) o su continuo silencio y nulidad en la actuación cultural de hoy día, entre la dignidad de nuestro trabajo y la indignidad con la que se nos trata por parte de los gestores políticos. Desde los más veteranos, como Nacho Vilar (productor); Ángel Salcedo (presidente de UNIMA); José Antonio García Molina (Programador); Fulgencio M. Lax (Dramaturgo); Isabel Lavella (Coreógrafa) o Antonio Saura (Director de escena); a los más jóvenes, se genero una corriente continua de acuerdos en aspectos muy dispares, mezclando todas las franjas y características de los que alli nos encontrábamos.
No se terminó con unos puntos concretos y la indefinición final fue la característica de este largo debate. Pero lejos de poder parecer un resultado inerte, se estuvo de acuerdo en la rentabilidad de este encuentro, pues generó una energía de unión alrededor de distintos aspectos expresados de diferente forma: Necesidad de cambio; trabajar al margen del sistema aunque se exija la implicación de la administración en todos sus estamentos; protagonismo e intervención directa del ciudadano en los ámbitos de gestión cultural.
De estos puntos troncales se derivaron otros subsidiarios de notable importancia, como es reclamar la gestión directa por parte de las compañías de los espacios hoy cerrados y abandonados y que en un tiempo muy reciente fueron dedicados a actividades escénicas.
A pesar de no recogerse una conclusión precisa, sí que podemos destacar un punto que aglutina, de alguna manera, el sentir del debate: El sistema actual, gestionado por una administración incapaz, no puede convertirse en el muro infranqueable del desarrollo de las Artes Escénicas en todas sus vertientes: artísticas, económicas, sociales, culturales. Si este sistema no nos sirve, abandonémoslo y sigamos sin él. A este sistema nuevo deberá sumarse la administración por obligación y por principio, pero lejos de su control y de su organización.
Alli presentes estaban representadas asociaciones profesionales, como Murciaescena, la Asociación de actores y Unima, que nos enriquecieron con sus aportaciones y seguro que el encuentro contribuyó a visualizar la situación de las artes escénicas en nuestra región.
Al debate siguió la lectura del manifiesto que emite la UNESCO y que sale de la mano de Darío Fo. Algunos estuvieron en contra de su lectura por parecerlesexcesivamente «ligero» para los tiempos que corren y proponían otro más comprometido, pero finalmente se optó por el oficial y se trasladó el compromiso a la
presencia de los artistas en el acto, a un debate muy enriquecedor y a una performance anterior a la lectura, que cuestionó de raíz nuestra zona de confort cómo agentes de las artes escénicas. El final del encuentro fue una fiesta pro-común en el que destacaron los vinos de supermercado de barrio, las cervezas en litro, los canapés caseros y enormes bolsas de patatas fritas que vinieron a contribuir a que la energía generada a lo largo de la tarde del pasado 27 de febrero se convirtiera en una extraordinaria ebullición de ideas, de contactos y de futuros proyectos que garantizan la continuidad y el crecimiento de las Artes Escénicas en la Región de Murcia.