Una revolución posible
Una banda de rock da la bienvenida en un rincón del luminoso hall del Teatre Alegria de Terrassa. En otro rincón se reparten dorsales para cursar la maratón. Risas y murmullos. Ajetreo. Público variopinto. Cámaras y bastantes amigos. El ambiente es fenomenal, el auditorio tiene muchas ganas de teatro.
El gran día ha llegado. La trilogía de Contra… de Esteve Soler se presenta al completo gracias al Centro de Artes Escénicas de Terrassa (CAET), La Seca – Espai Brossa y todo el equipo de artistas y productores que han participado en el milagro.
El recorrido empieza con Contra el progreso, continúa con Contra la democracia y termina con Contra el amor. Una distribución que busca, y consigue, un crescendo dramático y emotivo. Cada peldaño es un mazazo, de más a menos azucarado, de menos a más doloroso. Casi cuatro horas de teatro denuncia, con pausas entre una y otra función no incluidas. Y durante dichos intervalos, para calmar el escozor que provocan las bofetadas recibidas, chocolate con bizcochos y tertulia.
En el primer descanso, saludo a Amanda Alonso y a Abel Cunillera. Están rodando el último programa de ‘Escenaris’, un programa sobre Artes Escénicas en Cataluña coproducido hasta la fecha entre Canal Terrassa Vallès y la Xarxa de Televisions Locals (XTVL). Otra baja lamentable, otra mala noticia. Nos besamos, cruzamos cuatro frases mal construidas y regreso con el corazón encogido a la butaca del teatro. Amanda y Abel son comunicadores curiosos y sensibles, tan profesionales como encantadores. Tanto ellos como el resto del equipo de ‘Escenaris’ han realizado un trabajo impecable durante muchos años, televisión inteligente y refrescante al servicio de la cultura y del ciudadano. El mundo de la comunicación está viviendo momentos inenarrables, es increíble…
A la salida de la segunda función es ya casi de noche y lo negro del discurso planteado en escena ha calado, llegando casi a los huesos. Alguien sugiere que el discurso de Esteve Soler tendría que ser obligatorio en las escuelas y contribuir a la construcción de un futuro libre de los terribles errores que la humanidad está cometiendo. Otro habla de ponerse las pilas, de actuar, de cómo nos toman el pelo, que no hay derecho: la sangre de muchos hierve.
La tercera obra es la única que está por estrenar. Contra el amor solamente se ha presentado en el extranjero. A diferencia de las dos primeras, ésta se dirige directamente a las entrañas del espectador. Arranca las risas más tristes de la velada. También emociona –la escena de los astronautas deja a la platea en estado de shock-.
En el escenario se notaron los nervios. Las piezas no estaban completamente maduras. Pero se jugaba en casa, en familia y poco importó. El equipo lo sabe y va a trabajar duro para que el debut en la capital catalana sea un éxito. Con todo, el público lo pasó en grande: rió, lloró, gritó y respondió de manera ferviente. Al finalizar la velada, la sensación fue unánime: ¡queremos más! Una revolución se avecina. Larga vida a la contestación, larga vida al teatro comprometido y larga vida a los autores valientes, críticos y responsables, con ganas sinceras de cambiar el mundo.