«Parece evidente que, cuando hablamos de «crisis», estamos utilizando un vulgar eufemismo tras el que se esconde un calculado y programado saqueo de la mafia financiera internacional para acabar de una vez con los logros conseguidos por la clase trabajadora en el decurso de los siglos: Seguridad Social, educación y sanidad públicas, derecho a un trabajo digno, vacaciones remuneradas, etc.
No es casual la demonización que se hace en la actualidad de la figura de los funcionarios y funcionarias, pues no se puede admitir que en el futuro existan personas que gocen de un empleo de por vida y que, además, militen en algún sindicato de clase o secunden las huelgas, algo impensable para quien «goza» de un trabajo temporal y renovable en función de su «docilidad» con un sistema corrupto.
El Teatro – junto con los púlpitos – fue secularmente, por causa del elevado índice de analfabetismo, el principal medio de comunicación de masas… Por esa razón, consideramos que en las actuales circunstancias, el género dramático debe recuperar ese necesario protagonismo, denunciando lo que otros silencian, ocultan o manipulan.»
Con estas palabras tan claras y contundentes, el erudito, escritor y editor gallego, Francisco Pillado Maior, señala la intención con la que publica en LAIOVENTO un libro revolucionario titulado «BANQUEIROS». En este volumen reúne una veintena de obras breves teatrales, escritas por otros tantos dramaturgos y dramaturgas: Marcos Abalde Covelo, Xosé María Álvarez Cáccamo, Vicente Araguas, Afonso Becerra de Becerreá, Lino Braxe, Marica Campo, Santiago Cortegoso, Ánxeles Cuña Bóveda, Lois Diéguez, Manuel Lourenzo, Zé Paredes, Xosé Manuel Pazos, Olivia Pena, Gustavo Pernas Cora, María Xosé Queizán, Henrique Rabuñal, Vanesa Sotelo, Diana Varela Puñal, Fidel Vidal y Roi Vidal.
Una colectánea de diferentes estilos dramatúrgicos: desde la farsa a lo Alfred Jarry de la «Farsa da Banca Macabra» de Xosé María Álvarez Cáccamo o «Lucros» de María Xosé Queizán, hasta el posdrama, con influencias de Heiner Müller, de «Apartheid global» de Marcos Abalde Covelo, pasando por el drama rapsódico con el que hilvana el monólogo en verso libre titulado «Febre» Ánxeles Cuña Bóveda. O la composición de voces dramáticas con las que Manuel Lourenzo le hace un guiño a Brecht en «Terror e Miserias do Cuarto Reich». O la metateatralidad con la que activa la denuncia Zé Paredes en «A Síndrome de Macbeth». O el drama épico de personajes tipificados titulado «Espellismos» de Xosé Manuel Pazos, con el que destapa la corrupción cacique y provinciana de la que no tenemos la patente sólo en Galicia. O la obra de ciencia-ficcion titulada «Eurívoros» de Vanesa Sotelo, que le saca tajada a la voracidad sin escrúpulos del sistema neoliberal. O la estética pop e híbrida, con el recurso a la intertextualidad, al collage y a lo rapsódico, en «Canción triste de Wall Street» de Roi Vidal. O la «pièce bien faite» de estilo realista, titulada «9999», de quien escribe este artículo y que representa la situación dramática de una afectada por las «Preferentes» bancarias. Y así, podríamos seguir sumando colores, estilos, géneros, historias y temáticas, hasta componer este retablo o mosaico teatral en el que se hace escarnio de los todopoderosos bancos y del sistema perverso que anida en el centro de esta «crisis».
«BANQUEIROS» es un libro revolucionario porque utiliza la contundencia de la acción teatral, partiturizada en esa veintena de obras breves, como detonante para hacer saltar por los aires las cadenas impuestas y para crear conciencia respecto al momento crítico por el que estamos pasando. El arte dramático o arte de la acción que se convoca en «BANQUEIROS» aúna rebelión y fiesta, crítica y placer, constituyendo, como señalaba, un auténtico cóctel explosivo.
En el clarividente prólogo de Francisco Pillado Maior se apela a la función política y humanizadora del teatro, frente a los abusos de los especuladores, los banqueros y sus secuaces. Pillado Maior no tiene pelos en la lengua y cita directamente nombres y sucesos responsables del derribo del estado de bienestar por el que la humanidad lleva siglos luchando.
«Pero dejémonos de pamplinas y resumamos en una simple frase las pretensiones finales de esta crisis: «No se trata de suprimir las desigualdades entre los hombres, sino de ampliarlas y hacer de ellas una ley».
Estas palabras, pronunciadas por Adolf Hitler, evidencian que, tristemente, su ideario económico se está materializando en el llamado Paraíso Capitalista.
Tal vez – y conforme a la ideología nazi – las próximas medidas que se adopten para resolver los problemas originados por la «crisis» serán – como recomendaba el Führer – «bajar los sueldos a los trabajadores y prohibir las huelgas.»
De momento, ya se recortaron los salarios de los sectores más desfavorecidos de la sociedad… Ahora, sólo tenemos que esperar para saber cuánto tardarán en prohibir el derecho a la huelga.
Por tanto, no sería disparatado pensar que los hijos ideológicos de Franco – los dirigentes del PP – estén barajando ya esa posibilidad.
Los entes anónimos – llamados Mercados – son los que dictan el nuevo modelo de convivencia social. Pero el cinismo y el descaro de estos mafiosos no conoce límites.»
Estos son sólo algunos de los párrafos del prólogo que Pillado Maior escribió para el libro «BANQUEIROS», en febrero de 2012, desde entonces la actualidad no sólo no desmiente sus palabras sino que las va confirmando con descaro.
Este libro se abre con unas citas igualmente certeras:
«Detrás de toda gran fortuna hay un crimen.» (William Shakespeare)
«Si robar un banco es un delito más delito es crearlo.» (Bertolt Brecht)
«Hablar de crisis de la sociedad significa culpabilizar a sus víctimas.» (Jacques Rancière)
«La resistencia a la sociedad es la resistencia a su lenguaje.» (Teodor Adorno)
«En el decurso de su historia, la humanidad plantó hermosas flores de amor y de fe para que ahora las coman los cerdos.» (Isaac Díaz Pardo)
No obstante, esos «entes anónimos, llamados Mercados» se ocupan, por distintos medios subrepticios de manipulación, de silenciar e invisibilizar los libros rebeldes que van más allá del mero entretenimiento, como es el caso de este «BANQUEIROS». Por eso, unas cuantas dramaturgas y dramaturgos, haremos una presentación el viernes 26 de abril a las 20 h. en la Biblioteca de la EMAO (Escuela Municipal de Artes y Oficios) de Vigo, a la que estais todas/os invitadas/os.
Debemos movilizarnos ante la invisibilización y el ninguneo a la cultura y a los libros de teatro, por parte de las instituciones que gestionan el dinero público desde políticas neoliberales de derechas.
¡ESCRACHE, o como dice el dramaturgo Joan Giralt i Bailach, ESCARNIO para acometer el cambio!
