Negro & negro

Teatro para niñ@s

El público infantil, el futuro. El público que tiene todo el tiempo del mundo, el que tanto se desea seducir desde las compañías y desde los teatros, ese mismo…ese público, objetivo de una gran parte de las programaciones de teatro del mundo mundial. Es un público que queremos cautivar, mimar, embaucar y conquistar para asentar las bases de futuros más saludables en lo referente a la asistencia en los espectáculos de artes escénicas.

Las artes escénicas son un instrumento para el desarrollo de la sensibilidad hacia las Artes, ayudan al desarrollo de la fantasía, de la imaginación, de la creatividad y del pensamiento abstracto. El teatro es un instrumento básico para abordar conflictos sociales o conflictos propios de la edad de los destinatarios desde una perspectiva global frente a una puramente intelectual. Y al final, por qué no decirlo, se busca crear hábitos de asistencia a los espectáculos escénicos. Pero la respuesta debe ser adecuada a las necesidades del público a quien nos dirigimos, y no fallar en el intento.

Aquí comienzan los problemas. En ocasiones las compañías desarrollan una línea infantil como una manera de diversificar el negocio y los ingresos. Sin tener en cuenta que la infancia va desde la adquisición de los atributos básicos del lenguaje que permite la comunicación hasta el comienzo de la adolescencia. Por otra parte, en este amplio margen de edad, asistimos a diferentes etapas psicológicas bien diferenciadas que habrá que tener en cuenta a la hora de la creación. En esta ocasión, no vale únicamente con tener conocimientos de teatro, deben estar implementados con conocimientos sobre psicología evolutiva y ciencias relacionadas.

Aproximadamente un tercio de la programación de la Red de Teatros Vascos, SAREA está dirigida al público infantil. La mayor parte de ella en euskera. El caché medio de los espectáculos para los niños y niñas es un 40% menor que el dirigido al público adulto. ¿Los artistas que se dedican a este tipo de público tienen rebajas en el recibo de la luz?, ¿comen menos?, ¿les desgrava Hacienda por hacer infantil?. Parece que no. ¿Entonces?, ¿cómo lo hacen?. Para comenzar, los elencos son un 20% más reducidos que en los espectáculos para adultos. Tendrán que ahorrar gastos en producción, en elencos, en técnicos, en puestas en escena,… Es decir, se producen espectáculos más «chiquitos» y con menos medios.

Todos valoramos el público infantil. Pero hay que investigar en el lenguaje teatral dirigido a los espectadores más jóvenes y alejarse del puro mercantilismo. Además no estamos dispuestos a equiparar los costes del teatro infantil con los costes de propuestas dirigidas a otros públicos, no estamos dispuestos a pagarlo con lo que generamos riesgos objetivos en el deterioro de los niveles de calidad en los productos finales. Reflexionemos y diseñemos estrategias de implantación del sector dedicado a l@s niñ@s en el ámbito institucional.


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