Lunes. Día de reuniones en la capital. Todas duran más de lo previsto y no hay manera de encontrar el momento de tomarse un café. Me duele la cabeza. Me duele mucho la cabeza si no tomo café y antes de la última entrevista, sobre las cinco de la tarde en el Mercat de les Flors, aprovecho para escaparme un momento a la cantina del Institut del Teatre.
Voy flechado, como una moto, ceñudo, cuando escucho que alguien me llama. No veo a nadie. Me reclaman de nuevo y descubro que, sentado en un peldaño de las escaleras que salvan el desnivel entre los dos firmes de la plaza Margarita Xirgu, tomando el aire, se encuentra mi viejo amigo Rafel Plana.
Lleva el cabello largo y desaliñado, la barba poco cuidada y viste una camiseta de Superman. Está entre preocupado y feliz. Está guapo. Nos abrazamos, preguntamos por las respectivas familias aunque rápidamente empezamos a hablar de proyectos. Nos encanta contarnos de manera apasionada en lo que estamos metidos. Desde siempre.
Rafel Plana ha colaborado en incontables montajes en la escena barcelonesa: como compositor, diseñando espacios sonoros, como intérprete al piano… También ha compuesto música para televisión o cine, y últimamente está trabajando duro con el proyecto discográfico ‘Dontlikepiano’.
Su última aventura tiene que ver con el paisaje. Sonriente, con los ojos brillantes y muy abiertos, me cuenta que se encuentra embarcado en una aventura creativa junto a Monday Music Producers y los responsables de un hotel paradisiaco situado en el Parc Natural del Cap de Creus, el Hotel Cala Jóncols. ¿Se imaginan?
Entramos en la cantina y pedimos café. Sentados me comenta que el pasado diciembre de 2012 reunió en la cala a una selección de artistas catalanes especializados en música electrónica y nuevas tecnologías aplicadas a la creación artística. De aquel encuentro ha nacido un álbum inspirado en el paisaje y las gentes de la Costa Brava. Me habló de Fernando Lagreca, XTRNGR, MissQ, Esperit! y grupos como Lasers, Boreals y Bearlin.
A esta experiencia se le suman ‘Los conciertos de la cala’, la atrevida aventura empresarial que supone la celebración de un ciclo de conciertos que se van a llevar a cabo en Cala Jóncols del 5 de julio al 25 de agosto, cada fin de semana.
Nos levantamos de la mesa al poco rato porqué Rafel empieza una clase y yo llego tarde a la reunión. Antes de despedirnos, no obstante, saco la agenda y busco qué fin de semana libro. Paso páginas y páginas, y llego al sábado 24 de agosto, por fin no tengo nada. Le comento a Rafel y me dice que precisamente ese día el concierto lo da su banda. Qué gran casualidad.
Llego diez minutos tarde a mi última cita. Llego contento. Estoy orgulloso de mi amigo. El tema de la reunión tiene que ver las posibilidades de futuro en el ámbito de la creación y la gestión cultural. Pienso en los muchos que como Rafel están todavía a pie del cañón, invirtiendo, provocando, moviéndose y trabajando con ilusión, de manera apasionada. La cabeza me duele mucho menos.
