Negro & negro

Reinventarse

¡La crisis!, la tantas veces mentada crisis. Origen de todos los males y justificación de nuestras desgracias y desatinos. Quizás hemos tenido una oportunidad para reinventarnos, para corregir lo que se hacía mal, para abrir nuevos caminos. Quizás hemos tenido una buena oportunidad para reflexionar y pensar en el verdadero sentido que tiene todo esto para la sociedad. Es verdad que la cultura es un derecho y una necesidad irrenunciable pero por eso mismo, tenemos la obligación de demostrarlo, de hacerlo visible, de convertirlo en incontestable. Tenemos que poner en valor la Cultura. No es suficiente con decirlo. La Cultura es el único camino que queda hacia la libertad del ciudadano: la reflexión, el pensamiento y la trascendencia ideológica.

¿Dificultades?. Todas. Las previstas en una situación como la que vivimos y las no previstas, véase, insensibilidad política, desfachatez ministerial, caciquismo e incompetencia. No se entiende que todavía no hayan sido capaces de rectificar la subida del IVA al 21%. Les da igual perjudicar, fagocitar a todo un sector, equivocarse. Les da igual que no haya Arte ni artistas. Les vale con ganar la Copa Confederaciones o con que Nadal se cuelga su siguiente Gran Slam para ir corriendo a sacarse la fotito y todos tan contentos. El resto… criminalizar al que protesta, perseguir la disidencia como en los mejores tiempos con otros sistemas pero con el mismo concepto e igual fin.

La crisis deberíamos aprovecharla para reinventar esta profesión. Tendríamos que reflexionar más, programar con conceptos, con puntos de vista claros sabiendo hacia dónde vamos. Tenemos que desarrollar proyectos artísticos que sean guía de nuestras actuaciones y sean capaces de responder a las necesidades del sector y del ciudadano, lógicamente. Tenemos que escribir proyectos artísticos de cada espacio escénico. Proyecto marco dónde se corrijan errores en políticas de precios, en las formas de gestionar y/o contratar. Se debe recoger y corregir la gestión de las taquillas. Hay que aligerar papeleos y trámites abriéndonos a la sociedad. Hay que comunicar mejor. Y hay que racionalizar la gestión de los recursos y… Son tantas cosas en las que podemos mejorar. Hay tanto margen de maniobra para sentar unas bases sólidas de futuro. Una crisis como esta obliga a ser autocríticos, a reflexionar, a colaborar con los demás y a corregir. En los momentos más difíciles la responsabilidad es grande. Cuando la contratación pública ha caído estrepitosamente y cuando el ciudadano necesita, más que nunca, del punto de vista y de la aportación de los artistas…justo en este momento habría que esmerarse más por sustentar a la creación y por acertar en los contenidos. Los teatros públicos, como parte de la Administración, no pueden obviar las consecuencias de la intervención de la Administración en cultura.

Por desgracia, no todo el mundo va en esta línea. El otro día, me cuentan un caso y me enseñan un contrato que me llenó de desesperanza y de tristeza. Un productor de una relevante ciudad española quiere rellenar los tres meses más bajitos de público en su teatro produciendo un espectáculo. Convoca un elenco y les comunican que los ensayos no los pueden pagar por la situación en la que está el sector. Discutible pero bueno… son tres meses de trabajo…después se abren puertas …etcétera. Al mes y medio de comenzar los ensayos, que no van a cobrar, les presentan el contrato. El contrato les obliga a hacerse autónomos y a convertirse en parte de la producción. No se les contrata y cobrarán cuando se hayan descontado los gastos del teatro y la parte proporcional de la producción. A partir de ahí empezarán a percibir algo de dinero. Teniendo en cuenta que hablamos de la temporada baja del teatro, con un poco de suerte, igual no ponen dinero. Ensayan gratis, trabajan gratis o quizás trabajan y tienen que poner dinero. Únicamente gana el empresario. Si no aceptan tendrán problemas… Esto existe en España. Es un abuso, una explotación, es denunciable. Una manera de esclavitud sofisticada. Vulnera los derechos de los trabajadores y la dignidad de los artistas. Esta no es la manera de reinventarnos, lo han entendido muy mal.

26 de junio de 2013


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