Hoy: El Diario de Adán y Eva de Mark Twain/Miguel Ángel Solá
114 tonalidades
Felipe y Catalina se convirtieron en una referencia radiofónica en unos tiempos en que radio se escribía con mayúsculas. Dos estrellas de las ondas que cada noche transmitían desde su dial la pasión por contar historias. Su última historia fue Hoy: El Diario de Adán y Eva de Mark Twain.
Hoy, Felipe vuelve a las ondas. Lo hace para contar cómo fue aquel mágico tiempo del que rehuye contar lo que ocurrió entre él y su Catalina: «Ocurrió lo que su imaginación sería incapaz de imaginar» suelta un cansado Fermín que toma voz y carne en esta ocasión en la piel de Fernando Guillén. Son suyas las 114 tonalidades que su personaje era capaz de conseguir en sus tiempos de gloria radiofónica.
Entre la melancolía por un tiempo pasado que ya no volverá y la comicidad que desprende en la representación del Adán con peluquín, Fernando Guillén construye el que quizás sea el mejor personaje de su carrera. Ha conseguido una hondura en la construcción de este entrañable personaje que solo los grandes pueden conseguir. En su voz apesadumbrada y dolorida de la senectud se ven en él atisbos de la grandeza de su padre. Ya en 2005 cuando vi la función en el Reina Victoria tuve la sensación de que el personaje «bombón» era el masculino.
Y bajo la dirección del otrora protagonista de la función, Miguel Ángel Solá, la función vuelve a volar muy alto y consigue también sacar la emoción de Ana Milán, una actriz cuyas facultades interpretativas siempre he tenido la sensación de que no se habían explotado al cien por cien en sus trabajos más mediáticos. Con ligeras diferencias con respecto al montaje original, desde la localización espaciotemporal a una merma de la duración, no se puede decir que el montaje sea peor que el original, simplemente es diferente, aunque la mano de Solá en la dirección nos lleve inequívocamente a pensar en el éxito que protagonizó junto a Blanca Oteyza y que vieron más de 1.000.000 de espectadores.
Y de nuevo surgió la magia del teatro, el público rió y se emocionó con esta historia de amor que en la noche del estreno el pasado miércoles puso en pie al público del CASYC de Santander.
Carlos Rivera Díaz