Talento
Qué vendría a ser al día de hoy un artista talentoso. Si lo pensamos en un manual o protocolo del talentoso, ¿cómo podríamos orientarlo o describirlo?
Antes las cosas estaban más claras , es como se dice por mi tierra, antes se sabía quiénes eran los malos y quiénes los buenos. Cuando estaba la guerra fría, depende de qué lado del mundo te pararas unos eran los malos para unos y otros eran los malos para otros.
Lo mismo pasaba por acá cuando la dictadura militar, era clarísimo donde estaba el enemigo, como solía decirse por esa época. Pero con la ambigüedad de los tiempso que corren y porque el mundo ya no es más ni blanco n i negro, ni los izquierdistas son tan radicales ni nadie se deja matar por un ideal, todo se ha vuelto mas flexible. Para bien y para mal las cosas son móviles. Los conceptos, los ideales, los valores, las ideologías, y también entra en este enorme saco: el talento.
¿Qué será exactamente hoy en día el artista talentoso?
Lo voy a hacer más amplio así involucra al artista general y no solamente al teatrero.
¿Habrá un manual, se habrán modificado los protocolos, el prólogo será actual?
Me ilusiona pensar que siempre en todas las artes,en todos los tiempos, lugares y momentos habrá un artista marginal, que no le importará nada y estará dispuesto a sangrar sus errores para encontrar su mirada, lo que ya sabe porque el propio impulso se lo dijo antes que nadie. Eso me ilusiona y me da confianza. Después vendrán los ríos de tinta gráfica, virtual, o sonora, o bajo los sistemas nuevos para depositar la siempre palabra nuestra de cada día, pero eso no importa. No hay manuales. Eso es lo mejor que se tiene para empezar. La historia siempre es ajena y subjetiva. Hay que hacer la propia.
Lo concreto
Tenía que cobrar un cheque, un apoyo del Ministerio por mi gira. Es un cheque especial dentro de ayudas para viajes al exterior. Estuve tres meses para cobrar luego que se equivocaron con mi apellido, después del periplo burocrático correspondiente, voy por él, cuando llego al banco la chica me dice:»con ese cheque necesita pasaporte diplomático para cobrarlo sino debe pagar una comisión». No lo tengo, y ella recalca:»¿ no le dijeron en el ministerio? «Respondo que no y que me diga cuánto es la comisión. Pero ella comienza a darme las explicaciones del caso que le correspondían darlas al Ministerio y no al banco. Reitero la pregunta: ¿cuánto es la comisión?
Mientras me abstraÍa, observaba que todo en ella era despilfarro energético , emocional, gestual y vocal.
Estiraba en exceso las vocales.
Hacía pausas dramáticas completamente innecesarias para un texto informativo.
Exclamaciones como si se tratara de un evento trágico.
Usaba un tono de voz inadecuado, alto, como si algo importante debía escuchar el resto de los mortales.
También observé su rostro, sus facciones, su gestualidad desmedida.
Las percepciones y las necesidades.
Decidí dejarla hablar para descubrir lo que no se debe hacer con un texto, y luego interrumpirla arbitrariamente con un tono seco en el límite con la neutralidad.
Le pregunto por segunda vez:¿ cuánto es la comisión?
Y ella responde: «son 20 dólares».
No habia nada excepcional, para que la chica se mandara aquella actuación.
En teatro también pasan este tipo de cosas, eso tiene que ver con el interés personal que se tiene por encima de lo que sucede, la ansiedad, el deseo de estar, de ser visto, tenido en cuenta, que a veces nos perdemos el centro de las cosas y no vamos a lo concreto, a veces descubrir algo tan simple nos lleva la vida.