En cartel

‘La douleur’ de Marguerite Douras en la sala Teatro Xtremo de Jaén

La sala Teatro Xtremo de Jaén acoge el espectáculo ‘La douleur’ de Marguerite Duras los días 8 y 9 de noviembre. Esta propuesta, de Vivero Teatro está protagonizada por Valery Tellechea y dirigida por José Pedro Carrión y Juan Caño Arecha.

 

En’La doleur’ Marguerite Duras nos arrastra al turbulento mundo que le tocó vivir, la ocupación alemana mientras espera el retorno de su marido, al que ya no ama, Robert Antelme, deportado a un campo de concentración. La Douleur es el diario de una ausencia, del miedo y la angustia que se siente al vivir…Una mirada de mujer en un momento histórico, un estremecedor relato autobiográfico de la gran autora.

La adaptación teatral de La Douleur de Marguerite Duras está basada en el diario del mismo título que la autora francesa escribió durante los días de la Resistencia pero que no vio la luz hasta muchos años más tarde. La autora encontró los manuscritos entre sus papeles guardados en su residencia de Neauphle-le-Chateau.

«No es fácil dar con un texto que resuma la esencia de la interpretación.

Una mujer sola, se encuentra con sus propias palabras escritas hace tiempo y no las recuerda bien. Debe releerlas y reconstruir con su memoria lo escrito y con ello liberar el dolor que producen. Revivirlas.

En el tiempo de una noche consigue representar los momentos que las palabras describen y realizar su propia limpieza interior. A través de esas mismas palabras, dichas en intimidad, acabará por comprenderse a si misma y al hombre que ha amado. También conseguirá con ellas involucrarnos a quienes la escuchamos.

El dolor produce su fruto. A partir de ahora lo que era una cuenta pendiente con el ser amado se habrá resuelto en un nuevo sentimiento: la amistad.»

Notas de dirección de José Pedro Carrión

«La adaptación teatral de «LA DOULEUR» de Marguerite Duras está basada en el diario del mismo título que la autora francesa publicó en 1985. El diario lo escribió durante los días de la Resistencia, pero no vio la luz hasta muchos años más tarde.

La autora encontró los manuscritos entre sus papeles guardados en su residencia de Neauphle-le-Chateau:

«Encontré este diario, nos dice la autora en dos cuadernos de los archivos azules de mi casa de campo …. No guardo ningún recuerdo de haberlo escrito, reconozco mi letra y el detalle de lo que cuento … ¿Cuándo lo escribí, en que año, a qué hora del día? No sé nada ….

«LA DOULEUR» es un documento único de la literatura de posguerra y una joya de la escena contemporánea. Así lo ha recibido la crítica y prensa europea.

Escrito entre los últimos diez días de la ocupación alemana y los primeros días de la liberación, Marguerite Duras nos arrastra al turbulento mundo que le tocó vivir, una crónica de la ocupación alemana, donde el pensamiento «no participa en el caos, pero está constantemente suplantado por este caos, sin recursos frente a él».

Duras deja en su diario un grave y nada complaciente testimonio sobre el conflicto moral y político de la justicia en una época de vencedores y vencidos.

«LA DOULEUR» es el diario de una ausencia. Del miedo y la angustia que se siente al vivir esperando el regreso del marido prisionero del ejército alemán. Un estremecedor relato autobiográfico de la autora.

En un decorado, sencillo y elocuente, que nos sitúe en un ambiente íntimo y a la vez permita el juego del tiempo. Y una luz que acompañe la peripecia personal de Marguerite Duras.

Lo que más me interesa es trasladar al espectador toda la emoción y sabiduría del texto.

Las palabras de Marguerite Duras no nos ahorran detalles en su doloroso monólogo, nos tienen a todos con el corazón en un puño.

Como decía la autora de «LA DOULEUR»: «Pretendo que el espectador se sienta arrastrado por la sinceridad del texto, que participe de él y sea cómplice del mundo interior del personaje que, por otra parte, desprende una enorme generosidad».

Baso todo mi trabajo de dirección en el trabajo de la actriz: austeridad y economía de medios interpretativos. Para ese trabajo interpretativo cuento con la colaboración de una actriz, Valery Tellechea, que ha demostrado reunir en sus trabajos teatrales, las características que requiere el personaje.

Si tuviera que resumir lo que pretendo con este montaje sería: «Austeridad, interioridad interpretativa y sinceridad».

Notas de dirección de Juan Caño Arecha


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