Regreso a la niñez
Hay espectáculos que aparecen desnudos delante del espectador, dejando ver sus entrañas, el cariño con el que han sido creados. Esa desnudez les hace ser capaces de transmitir una emoción muy especial. No es fácil conseguir transmitir una emoción así y tampoco lo es convertir un oficio en belleza. No es fácil pero en ocasiones se da. Sólo tienen que ver ‘Las cosas también tienen mamá’, que La Mona Ilustre representa estos días en el Teatro del Mercado, para comprobarlo.
Tras la muerte de su madre, Juliette Jacquot regresa a la casa familiar de la que lleva ausente veinte años. El regreso de Juliette supone enfrentarse a un tiempo misterioso y lleno de secretos, a una historia terrible, supone, en realidad, realizar un viaje a la niñez –su niñez-, ese espacio donde el recuerdo vuelve aleatorio el tamaño y la forma de las cosas y hace inverosímiles asociaciones entre ellas. La escenografía consigue recrear ese espacio de manera sobresaliente, con un gran valor visual y facilitando la riqueza del juego escénico.
Hay un gran trabajo dramatúrgico que conduce el relato a través de diferentes plasnos temporales. Los entrelaza, los retuerce, los convierte en espiral que va haciendo que la historia se eleve y tome vuelo. Le sobra tal vez alguna vuelta, parte de la información que nos ofrece no sería del todo necesaria, pero construye una historia hermosa y un claro camino para la representación.
La puesta en escena es de una gran complejidad, pero está resuelta con precisión, coherencia y un inteligente sentido de la teatralidad y de lo lúdico. Es notabilísima la utilización de los diferentes elementos escénicos, del juego con objetos, la imbricación de marionetas y trabajo actoral en el discurso escénico. Hay una gran sensibilidad. Hay intensidad, ternura, sentido del humor y momentos llenos de lirismo.
Magnífico el trabajo interpretativo que incluye, además, un espléndido trabajo de manipulación muy expresivo, fino, detallista y lleno de gestualidad.
Personajes deliciosos, muñecos estéticos y originales, una historia atractiva y bien contada. La Moma Ilustre ha conseguido crear un mundo único y especial, y ha sabido hacer que llegue al espectador. Desde las entrañas y hasta las entrañas. Así, era casi inevitable que el público acabase entregado y las actrices llenas de emoción en el saludo.
Joaquín Melguizo
Publicado en Heraldo de Aragón 16 de noviembre de 2013
Obra: LAS COSAS TAMBIÉN TIENEN MAMÁ
Compañía: La Mona Ilustre.
Produce: Travesía Producciones/La Mona Ilustre.
Intérpretes: Adriana Sanhueza, Paula Barraza, Francisca Artaza, Isidora Robeson.
Escenografía y marionetas: Eduardo Jiménez y La Mona Ilustre.
Vestuario: Hanne Geerts.
Iluminación: Cristopher Sayago.
Música: Tomás Preuss.
Dramaturgia: Andrea Gutiérrez.
Dirección: Miguel Bregante.
Teatro del Mercado (Zaragoza)
14 de noviembre de 2013.
